Gabi Fernández: “Ahora solo vale hablar en el campo”

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Tras la derrota en El Sardinero, Gabi Fernández compareció en rueda de prensa con un tono sereno pero firme, reconociendo los errores del equipo y apelando a la autocrítica como punto de partida para revertir la situación del Real Zaragoza. La derrota por 2-0 ante el Racing de Santander, condicionada por la expulsión de Iván Calero en el primer tiempo, dejó un sabor amargo en un equipo que no logra dar con la tecla para salir del pozo.

“Creo que el partido ha estado distorsionado por la expulsión”, explicó el técnico zaragocista. “Por desgracia, no sólo en este partido, sino en muchos, los árbitros están siendo protagonistas, cuando los protagonistas tienen que ser los jugadores”.

Gabi insistió en que el equipo “hasta el minuto 35 estaba metido, controlando el partido”, pero tras la roja directa a Calero, todo se vino abajo. “Hemos intentado luchar para sacar algo, pero por dos errores individuales se nos va el partido”, lamentó.

Uno de los aspectos que más preocupan al entrenador es el balón parado, auténtico quebradero de cabeza en las últimas jornadas. “Es una de nuestras debilidades. Me responsabilizo, no lo hemos trabajado lo suficiente esta semana. Esta categoría se decide en esos detalles, y tenemos que corregirlo de inmediato”, aseguró.

Consciente de la frustración en la grada, Gabi fue claro: “Ahora mismo no estamos en disposición de decirle nada a la afición. Lo único que podemos hacer es demostrar por qué vestimos esta camiseta y tener la personalidad suficiente para sacarlo adelante”.

Pese a la derrota, el equipo sigue fuera del descenso, algo que Gabi quiso recordar como aliciente: “Si hoy acabara la liga, estaríamos salvados. Tenemos dos partidos en casa y esa es nuestra vida. Hay que empujar más que nunca”.

Y añadió: “La afición tiene que contagiar al equipo desde su butaca, pero somos nosotros los primeros que tenemos que dar un paso al frente. Ahora solo vale hablar en el campo”.

El técnico cerró su intervención con una petición: “Necesitamos más que nunca a La Romareda. La salvación pasa por casa, por nuestra gente y por no fallar más”.