“Hasta que matemáticamente no sea posible, la UD Almería se va a dejar la sangre en el campo”, así de contundente se mostró José Gomes tras la derrota de su equipo en Zaragoza. Y es que el técnico reconocía que “no hay margen de error”, pero mantenía vivas las esperanzas de que los rojiblancos logren el ascenso directo. “Estudiando las temporadas anteriores, dos puntos por partido serían suficientes. Tenemos que hacer un ocho de ocho”, añadía.
El entrenador centraba su análisis de la jornada en que los futbolistas deben ser “más contundentes con los centros”, ya que, en palabras del míster, el Almería ha “encajado un porcentaje de goles que debe hacernos reflexionar”. En concreto, en La Romereda los almerienses estuvieron “casi siempre bien”, de hecho, quizás por fútbol no mereció perder, pero, tal y como señalaba el preparador, este deporte “son los goles y el Zaragoza ha hecho dos”.
Gomes no quiso pronunciarse sobre la acción polémica que le costó un gol a favor a los indálicos y que podría resultar trascendental para cambiar el resultado. En este sentido, apuntó: “No perdimos por culpa del árbitro, sino porque no metimos más goles y porque encajamos algunos que deberíamos haber anulado”.