El fútbol español sigue negociando, a tambor batiente, en cada uno de los escenarios de esta crisis provocada por la pandemia que asola al planeta.
Una de las esferas más activas es la económica. Los clubes hablan con sus profesionales con el fin de firmar rebajas de salario tal y como ya ha hecho el Real Zaragoza.
Así, el Elche se ha dado como plazo la semana próxima para decidir que vía utiliza; el Celta busca «la mejor forma posible para todos en todos los escenarios posibles»; el Deportivo negocia una rebaja de salarios con los futbolistas y el Lugo deshoja la margarita; el FC Barcelona, el Atlético de Madrid, el Espanyol, el Alavés y el Betis ya han promovido sendos ERTE’s; en Osasuna se ha alcanzado un acuerdo de reducción salarial del 20%; el Rácing, por su parte, ya ha anunciado un ERTE para su plantilla y empleados; el Real Mallorca no ha opinado al respecto…
El Valencia estudia una reducción salarial y el Levante no solo no ha movido ficha sino que ha asegurado que no lo hará. El Málaga, atado por los administradores judiciales, no sabe que dirección tomar; el Villarreal busca acuerdos amistosos de reducción salarial con su plantilla y el Sevilla y Betis avanzan en el acuerdo en ese mismo sentido. La Real está lista para hacer público el acuerdo; el Real Madrid estudia un recorte del 10%; el Rayo Vallecano aplicará un ERTE; mientras tanto, el Huesca permanece a la espera. El Córdoba descarta cualquier vía y entra en compás de espera lo mismo que el Real Oviedo… y el Mirandés.