Imaginemos un escenario probable: que la liga no se pueda reanudar como consecuencia de que la crisis sea más larga de lo previsible. El parlamento aprobará una prórroga del estado de alarma que no finalizará el 26 de abril. Habrá más semanas de enclaustramiento lo que dificultará, más si cabe, el regreso de la competición futbolística.
Hablamos de un regreso escalonado a la actividad no antes de mediados de mayo -como pronto- y con once jornadas ligueras en segunda por disputar.
Sea cuando fuere es seguro que el fútbol volverá con puertas cerradas. Será la pandemia la que indique cuando se pueden dar cita, de nuevo, los aficionados en la grada.
Pero… ¿y si no se puede regresar? ¿y si la vuelta a la competición está totalmente desaconsejada por el gobierno?
Según fija el Reglamento General de la RFEF, en sus disposiciones adicionales al Libro III y en su punto segundo, se establece la creación de una comisión mixta LFP-RFEF que arbitre las soluciones que ese reglamento no contempla, entre las que figura el desenlace de una temporada no finalizada por cuestiones de causa mayor.
La comisión estaría formada por el Secretario General de la RFEF, por el Secretario General en La Liga y por los jefes de competiciones de ambas entidades.
Traducido: Andreu Camps, José Guerra, Luis Gil y Alfredo Olivares. En caso de desacuerdo entre ellos, decidirá Luis Rubiales, presidente federativo. Algo que le quita el sueño, por cierto, a Javier Tebas.
Es curioso recordar que José Guerra, actual director general corporativo de La Liga, fue director financiero del Real Zaragoza en época de Agapito Iglesias. Perteneció al club desde diciembre del 2012 hasta septiembre del 2014.
De momento, tanto la Liga como la RFEF abogan por acabar la competición en la misma línea que opina la UEFA.
