El Presidente de Aragón, Javier Lambán, ha dedicado el mensaje de fin de año a la celebración del 40 aniversario del Estatuto de Autonomía en 2022, ocasión que –a su juicio- permitirá comprobar que el autogobierno ha hecho más grande a la Comunidad, además de permitir recuperar el terreno perdido “después de siglos de decadencia.” En términos de bienestar y prosperidad, Lambán afirma que Aragón es hoy una tierra situada al nivel de otras comunidades, “a las que en otros tiempos mirábamos con envidia y ahora las miramos de igual a igual”. Incluso quedando inversiones y actuaciones pendientes por parte del Gobierno de España, “que tenemos que exigir con rotundidad” -subraya-, el cambio experimentado ha sido, según Lambán, “espectacular”.
El talento, creatividad y esfuerzo de los aragoneses para lograr avances destacados en diversos ámbitos contrasta con el escaso número de habitantes en el conjunto del país, lo que a juicio del presidente aragonés, puede compensarse con más unidad, concibiendo Aragón como un proyecto común, «trabajando juntos para superar las diferencias ideológicas, lo que beneficiará la posición de la Comunidad, capaz de generar tranquilidad y atraer inversiones».
Aragón en España
En su discurso, valora que Aragón está constituido en torno a un Estatuto de Autonomía que cumple cuatro décadas de autogobierno que le han brindado la oportunidad de gestionar su propio destino y convertirla en una Comunidad capaz de desarrollar “plenamente sus potencialidades y sus anhelos”. Al mismo tiempo, se integra en la nación, defendiendo la Constitución y de las instituciones que la encarnan.
El presidente aragonés reitera el derecho y la obligación de Aragón de ayudar a construir el gran proyecto común de España, con un mismo destino. Razón por la cual, defiende una relación de lealtad mutua y de cooperación con el Gobierno de España para afrontar retos como el paro, la financiación autonómica, la despoblación, los problemas del campo, la subida de los precios, la violencia machista o la propia pandemia.
En ese compromiso con España, Lambán muestra su preocupación por “los intentos de acabar con la Constitución que ha posibilitado los mejores 43 años de nuestra historia” y esgrime que en ese contexto la falta de entendimiento entre los partidos constitucionalistas permite a los radicales de todos los signos condicionar la política del país, lo cual genera inestabilidad y resta eficacia a las instituciones nacionales a la hora de afrontar los grandes desafíos.
El Pacto, seña de identidad
Frente a esta realidad, los aragoneses tienen -a juicio del presidente Lambán-, razones propias para el optimismo. Precisamente, destaca que el autogobierno ha permitido que, desde 2015, utilizando las competencias del Estatuto, Aragón sea la Comunidad española con menos paro; una de las que tiene menor tasa de pobreza y desigualdad, con unos servicios públicos que figuran entre los mejores del país; y a que la economía ocupe posiciones de liderazgo nacional en muchos aspectos.
Pero lejos de la autocomplacencia, Lambán advierte que no son tiempos dormirse en los laureles y llama a prepararse para afrontar un momento histórico nuevo, que presenta incertidumbres pero que también permite vislumbrar oportunidades nuevas.
Recuerda que los aragoneses son gente talentosa, creativa y esforzada, lo cual da pie a un sistema educativo “admirable”; a un tejido productivo muy competitivo y cada vez más internacionalizado; a unas organizaciones sindicales, empresariales y profesionales “muy comprometidas”; a un tercer sector “ejemplar” y a unos creadores “muy brillantes”, sin olvidar una posición estratégica “privilegiada”.
Pero cuenta con el inconveniente de ser pocos en número, de manera que para superar las dificultades y aprovechar las oportunidades, para tener éxito en esta nueva etapa, Lambán confía en poder trabajar juntos, superando las diferencias ideológicas y concibiendo Aragón como un proyecto común porque es evidente el valor de los pactos para generar tranquilidad en el territorio y atraer el interés de los inversores de dentro y de fuera.
“El valor de la tolerancia y la seriedad frente a la frivolidad y la prepotencia; el valor de la moderación frente al radicalismo; el valor de la transversalidad frente al sectarismo. En resumen, apreciamos mucho el valor del sentido común para tomar decisiones acertadas y parece razonable, por tanto, que actuemos en consecuencia”, ha argumentado el presidente aragonés.
En ese sentido, como Presidente de Aragón, ha avanzado que activará diferentes foros para que los aragoneses aportemos ideas, debatamos entre nosotros y tejamos alianzas amplias y poderosas que nos aseguren un lugar confortable en el mundo del porvenir, como las políticas para los jóvenes, tanto en lo relativo a la Formación Profesional como en materia de vivienda de alquiler, la sanidad, los servicios sociales, el cambio climático y un modelo energético propio que abarate el coste del consumo doméstico y la actividad productiva. Y apostar por los sectores estratégicos (agroalimentación, logística, automoción, economía digital, industria farmacéutica, Cultura, Turismo), con aspiraciones concretas como el Campus de FP Digital, la potenciación del aeropuerto de Zaragoza, los Juegos de Invierno de 2030 o el impulso de Teruel como referencia nacional de la economía circular y la bioeconomía.
El objetivo final para Lambán consiste en llegar al pleno empleo en el año 2024, algo que, a su juicio, “está perfectamente a nuestro alcance”, gracias a los fondos europeos, el diálogo social y la iniciativa empresarial.
Localización
El escenario elegido por el Presidente de Aragón para pronunciar su discurso de fin de año ha sido el Paraninfo de la Universidad de Zaragoza, bajo la figura de Ramón y Cajal, que en 2022 tendrá una atención especial por parte de su ejecutivo, y a escasos metros del monumento al Justicia de Aragón, “símbolo del esplendor del antiguo Reino de Aragón y recordatorio visible de que pertenecemos a una comunidad política milenaria”, y lugar en el que los aragoneses se han manifestado en los últimos cincuenta años para reclamar amnistía y democracia, para oponerse al trasvase del Ebro o para reivindicar la autonomía actual.
Pandemia
El presidente del Gobierno de Aragón ha comenzado su discurso lamentando que, por segundo año consecutivo, celebremos la Navidad en pandemia y recordando que el Ejecutivo autonómico ha actuado en todo momento anteponiendo la salud y la vida de los ciudadanos a cualquier otra prioridad. No obstante, se ha mostrado comprensivo con el cansancio y el escepticismo de la gente, además de sentir las repercusiones “emocionales y económicas” de las medidas adoptadas, pese a tratar de atenuarse en la mayor medida posible. Por ello, ha conminado a seguir vacunándose y no bajar la guardia con el resto de medidas.
Tras un año muy complicado para el país –y también en lo personal para muchos – Lambán ha deseado salud a los aragoneses, convencido de que afrontamos un 2022 en que las cosas van a ir mejor.