La Euroliga Femenina anunció este pasado viernes, 24 de abril de 2020, la concesión del Premio a Mejor Entrenador del Año en la competición al aragonés Víctor Lapeña por su labor al frente del Fenerbahçe turco (concluyó con una marca de 11 victorias y 3 derrotas en el Grupo B antes de que la pandemia del coronavirus obligase a suspender el torneo).
Víctor Lapeña no esconde su alegría y satisfacción por un nombramiento que quiere “aprovechar para compartir con su club, las jugadoras y el staff técnico, con una mención especial a Nacho García”, su ayudante. “Sin ellos, no hubiera recibido este premio”, valora. El técnico aragonés, que aterrizó en Estambul después de conseguir la Eurocup 2018-2019 con el Nadezhda ruso, fue el más votado entre los seguidores, prensa especializada y también compartió la primera posición con Georgios Dikaioulakos (Nadezhda) en la votación de los entrenadores. “El hecho de que diversos colectivos hayan coincidido en valorar el trabajo de forma unánime significa que íbamos por el buen camino”, comenta al respecto.
La actual situación de emergencia sanitaria ha pospuesto, por el momento, el posible asalto de Lapeña y su Fenerbahçe a la Euroliga Femenina. No obstante, queda el consuelo de haber conseguido la Copa del Presidente (Supercopa) y la Copa turcas antes del parón, que llegó con el equipo que dirige ocupando también la primera posición de la liga doméstica. “En la historia del Fenerbahçe, el club más grande de Turquía, nunca se ha logrado ganar todos los títulos en juego. Además, estábamos a un paso de la Final Four al ganar nuestro primer partido del playoff (al Bourges Basket francés). La temporada iba bien. Estábamos en una dinámica de crecimiento individual de las jugadoras y colectiva como equipo”, analiza.
Más allá de lo qué hubiera deparado el cierre de la campaña de haber seguido con normalidad su cauce, este premio pone en valor, una vez más, el trabajo realizado por los entrenadores españoles en el extranjero. Víctor sucede como Entrenador del Año a Lucas Mondelo, el Seleccionador Nacional con el que compartió años de trabajo y éxitos como ayudante en la Femenina. Miguel Méndez, técnico del Ekaterimburgo, ha levantado las dos últimas ediciones de la máxima competición continental femenina de clubes. Son algunos de los rostros más visibles, pero Lapeña recuerda que “somos un centenar de entrenadores españoles pasando mucho tiempo lejos de nuestras familias para perseguir un sueño”. “Cada día, con nuestro trabajo, hacemos más grande al baloncesto español”, subraya.
Durante la primera mitad de la temporada, Anna Cruz formó parte de la plantilla de un Fenerbahçe que ahora integra otra internacional, Laura Nicholls: “Las jugadoras españolas tienen el justo reconocimiento a los éxitos que nos han regalado tanto a nivel de Selecciones como en clubes. La crisis económica de hace unos años les abrió una ventana para crecer y reivindicarse en otros mercados. Hoy en día nadie duda de la calidad de la jugadora española”.
“Los pasos que das tienen cada vez más repercusión. Aún recuerdo el día que el Fenerbahçe anunció nuestro acuerdo. La trascendencia me sorprendió. Fue espectacular”, reflexiona el técnico acerca de la popularidad en auge del baloncesto femenino.
Antes de despedirse, Víctor habla sobre la figura de su homólogo al frente del equipo masculino en el Fenerbahçe, Zeljko Obradovic: “En Estambul es venerado. Como persona y entrenador, impresiona en las distancias cortas. Pero en la relación más cercana es una persona humana y trabajadora. Además, tenemos el privilegio de coincidir con su ayudante, José María Izquierdo, otro ejemplo de un gran entrenador español”.