Desde 2019 se han registrado más de 500 millones de infecciones por SARS-CoV-2 que han causado más de 6 millones de muertes en el mundo, según datos publicados en mayo en Our World Data. Aunque la mayoría de los síntomas graves parecen mitigarse en esta fase de la pandemia, numerosos estudios han demostrado efectos a largo plazo en pacientes recuperados, que afectan a sus sistemas neurológico, gastrointestinal, cardiocirculatorio e incluso a su salud mental.
El proyecto HERVCOV tiene como objetivo estudiar el efecto de la infección por SARS-CoV-2 en la activación del HERV y la patología resultante en los pacientes de COVID-19. También podría ofrecer importantes perspectivas para otras enfermedades relacionadas, estudiando las respuestas del huésped en diferentes contextos.
Gracias a estos estudios, en un futuro próximo podremos ofrecer enfoques sanitarios específicos basados en el análisis de los biomarcadores, los síntomas y la progresión de la enfermedad, y adaptados a una medicina personalizada y de precisión. Asimismo, la identificación de los factores críticos y las respuestas inmunitarias personalizadas para cada persona dará lugar a intervenciones terapéuticas específicas y estrategias de vacunación adaptadas.