El Ayuntamiento de Zaragoza ha aprobado con los votos de PP, Cs y Vox la modificación del Plan General de Urbanismo para dedicar suelo a la construcción de un hospital privado en la prolongación de la avenida de Gómez Laguna.
El Consejero de Urbanismo, Víctor Serrano de Cs, ha manifestado que el proyecto supondrá una inversión en torno a los cien millones de euros y más de mil empleos directos y otros 800 indirectos.
Serrano ha destacado que la operación podría dejar a las arcas municipales sobre 10 millones de euros. Dinero que se utilizaría como marca la ley en en inversiones, además de zonas verdes.
Serrano ha recordado al PSOE que no hace mucho defendía la necesidad de un nuevo hospital en Zaragoza, mientras que ahora ha votado en contra, «mutando su posición en muy poco tiempo»
Por su parte el portavoz socialista, Horacio Royo, considera esta operación como el “jardín privado” del alcalde, que demuestra que el equipo de gobierno municipal ha optado por la solución fácil. de forma gráfica lo ha calificado como «vender las joyas de la abuela»
Vox apoya la propuesta del equipo de gobierno
El equipo de gobierno ha contado con el apoyo de Vox para sacar adelante la operación. El portavoz de Vox, Julio Calvo, ha asegurado que el proyecto no interfiere en la sanidad pública y reportará beneficios a la capital aragonesa. “La atracción de inversión privada y la creación de puestos de trabajo se cumple sobradamente”, ha resaltado.
Propuesta especulativa para Podemos y ZEC
Por su parte, los grupos municipales de la izquierda han rechazado esta modificación al calificarla de especulativa y de no responder al interés público general.
El portavoz de Podemos, Fernando Rivarés, sospecha que lo que está detrás de la operación es la recalificación de la actual clínica Quirón para construir viviendas de lujo. Por ello ha exigido al Alcalde que lo aclare, calificando la operación de Traje a medida para Quirón.
El portavoz de ZeC, Pedro Santisteve, ha calificado esta operación como especulativa y ha pedido a Azcón que no entienda la sanidad como medicina comercializada. “Con la inversión en vivienda pública hay parálisis, con inversiones para intereses privados, celeridad”, ha criticado.