Marcha dolorosa para la familia del Casademont

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Fotografía: Casademont Zaragoza

Lejos de los focos de la competición, asumida su situación médica y después de intentar por todos los medios volver a vestirse de corto y saltar de nuevo al pabellón Príncipe Felipe ante la ‘marea roja’, donde ofreció sus mejores momentos como jugador, Javier Justiz Ferrer ha tenido que decir adiós a su carrera profesional. Los problemas físicos en su rodilla, que le han mantenido trabajando casi sin descanso en las últimas temporadas, le apartan de su profesión. Por expreso deseo del jugador, Javier ha querido hacerlo con un vídeo en el que explica sus sentimientos en un momento tan difícil.

“Para mi carrera profesional es un punto y final. No para el baloncesto, pero sí como jugador. Ha sido una decisión no tan difícil porque los médicos ya me han dicho que la rodilla no iba a avanzar. Fue una decisión más de la rodilla que mía. Se invirtieron muchas horas y al final la rodilla no avanzó”, resume con resignación.

Ahora mismo, esa transición “duele todavía un poco. Estoy despidiéndome del mundo del baloncesto, sigo haciendo vida de jugador ahora porque lo extrañaré a partir del verano”, decía en una confesión que ha decidido realizar en la soledad de la cancha en la que ofreció su mejor versión como jugador y se convirtió en ídolo de la ‘marea roja’. A partir de ahora, Javier Justiz tendrá que empezar otra vida, “vinculado al club; haré cursos de entrenador para superarme un poco más”, expresa todavía con la pena de asumir el prematuro desenlace de su carrera.

En este epílogo a su trayectoria Justiz no ha querido olvidarse “del presidente Reynaldo Benito y de la directiva porque me dieron la oportunidad de estar un año más para ver si podía ser el Justiz de hace dos años. Me hubiese gustado volver a serlo. El año pasado lo intentamos y llegué. Volvimos a trabajar pero la rodilla no quiso responder”, insiste el de Santiago de Cuba, quien llegase a Zaragoza en el verano de 2018 procedente de la Liga Argentina.

Una vida en Zaragoza es la que aguarda a quien fue el primer 00 que hubo en la historia de Basket Zaragoza y en la que no olvida a “mis compañeros de estas temporadas. Rodrigo me ha apoyado muchísimo, Nicolás (Brussino) siempre trataba de levantarme… fueron un grupo que hicieron sentirme familia”, al que añade a su querida ‘marea roja’, “quien también se preocupó por mí, me apoyaba en la calle, en redes sociales”, recuerda.

El equipo de trabajo toma también su recuerdo en estos momentos con “los médicos, Julián, Isaac, Juan Carlos, Javi. Fueron los que más horas estuvieron junto a mí. También fue difícil para ellos porque tuve altibajos mentalmente y había días que había que soportarme”, explica.

Su rostro cambia al recordar a su familia. “Hace tres años que no la veo. Cambié dos veranos de no ir a mi casa por tratar de alargar mi carrera” y, en ese instante, se emociona al reconocer que “echo mucho de menos a mi madre y mi madre a mí”, antes de quebrar su voz con la vivencia más amarga de este tiempo. “Tuve la pérdida de mi padre, no pude ir a despedirlo a cambio de dar un plus en el deporte y no me arrepiento pero siento a veces que cambié algo y al final… Lo entenderá donde esté”, dice visiblemente afectado en un epílogo profesional y de emociones.

Javier Justiz vistió la camiseta de Basket Zaragoza en tres temporadas diferentes acumulando 83 partidos oficiales con la elástica rojilla. En Liga Endesa, disputó 69 de esos 83 partidos con medias de 6,1 puntos, 3,4 rebotes, 0,3 asistencias y 0,6 tapones. De gran recuerdo son sus actuaciones en el playoff ante Baskonia y Barça. Contra los vitorianos, en el partido de vuelta en el Príncipe Felipe el cubano sumó 14 puntos y consiguió un 2+1 frente a Voigtmann que daba la vuelta al marcador y encarrilaba el pase a semifinales.

Ya en semis, Justiz registró su mejor actuación en la ACB frente al Barça. En el tercer partido de la serie, el pívot cubano anotó 24 puntos, capturó 9 rebotes y repartió 2 asistencias para 32 de valoración.

En Europa, el de Santiago de Cuba jugó 14 partidos repartidos en dos temporadas. Sus mejores números los consiguió en la temporada 2019-2020, donde elevó los guarismos hasta los 8,5 puntos, 6,6 rebotes y 11,3 de valoración por choque.