Miles de personas se han manifestado este sábado en Zaragoza convocadas por la Coordinadora “Zaragoza no se vende”, una plataforma que agrupa a más de 60 asociaciones y colectivos de la ciudad, entre ellos organizaciones vecinales, ecologistas, culturales y de defensa de la sanidad pública. La protesta ha sido organizada para expresar el rechazo a las políticas urbanísticas y de gestión municipal del actual equipo de gobierno del Ayuntamiento de Zaragoza.
La marcha ha arrancado en la Glorieta Sasera, donde han confluido columnas de manifestantes procedentes de diferentes barrios de la ciudad como Torrero, San José, Picarral, Parque Bruil San Agustín y La Madalena. Los participantes han recorrido Paseo Independencia y Calle Alfonso hasta llegar a la plaza del Pilar, frente al Ayuntamiento, donde se ha leído un manifiesto con las principales reivindicaciones de la coordinadora.
Durante el recorrido, se han coreado consignas en contra de la especulación urbanística y en favor de una mayor participación ciudadana en la toma de decisiones sobre el modelo de ciudad. Entre los lemas escuchados figuraban frases como “Zaragoza no se vende”, “No a la especulación, sí a la participación” o “Más vivienda social, menos lujo artificial”.
Rechazo a las modificaciones urbanísticas y a la gestión medioambiental
En el manifiesto, los organizadores han denunciado diversas modificaciones del Plan General de Ordenación Urbana impulsadas por el Ayuntamiento, a las que acusan de responder a intereses privados. Entre los proyectos señalados se encuentra la venta de suelo público en la zona de Vía Hispanidad y la ampliación del Parque de Atracciones, que, según la coordinadora, implicaría la privatización de una parte de los Pinares de Venecia.
Otro de los puntos destacados en la protesta ha sido la oposición al proyecto de instalación de una depuradora para la empresa Tereos en las proximidades de colegios y centros de mayores en el barrio del Picarral.
Los convocantes también han cuestionado la gestión medioambiental del Ayuntamiento. En este sentido, han señalado que, a pesar de que Zaragoza participa en iniciativas europeas en materia de sostenibilidad, se están promoviendo actuaciones que, a su juicio, van en sentido contrario, como la tala de árboles en los Pinares de Venecia o la falta de atención a los sotos de ribera y la huerta periurbana.

Asimismo, han advertido sobre la falta de medidas para preparar la ciudad frente a las olas de calor, la contaminación atmosférica y el ruido, especialmente en entornos escolares. La protesta también ha incluido críticas a la política sanitaria local, con especial mención a la construcción del hospital privado Quirón, proyecto que, según la coordinadora, recibe apoyo económico mientras se dejan de lado inversiones en la sanidad pública.
Demandas sociales y críticas a la gestión de los recursos públicos
Además de las cuestiones urbanísticas y medioambientales, la movilización ha servido para reclamar una mayor atención a los servicios sociales, la juventud y la cultura popular. Los manifestantes han denunciado el cierre de espacios dedicados a estos ámbitos en varios barrios de la ciudad.
En el manifiesto leído al finalizar la marcha, también se ha criticado el gasto destinado a eventos como “Luzir”, “Hola Primavera” o “Zaragoza Florece”, a los que los convocantes acusan de desviar fondos públicos mientras se reducen partidas destinadas a servicios básicos o cooperación internacional.

Durante la concentración frente al consistorio, las pancartas reflejaban la diversidad de demandas de las distintas organizaciones y colectivos que han secundado la protesta. La coordinadora “Zaragoza no se vende” ha solicitado al Ayuntamiento una reunión para abordar lo que consideran las “prioridades reales” de la ciudad y ha anunciado que continuará con la movilización ciudadana.
La plataforma también ha expresado su descontento por la cobertura mediática de la jornada, al denunciar que Aragón Televisión no cubrió la manifestación durante su desarrollo y solo acudió una vez finalizada la misma.
La manifestación concluyó sin incidentes y con la intención de los convocantes de mantener la movilización en futuras acciones.