El Ayuntamiento de Zaragoza ha anunciado el descubrimiento de importantes vestigios arqueológicos durante las catas previas a la regeneración de la margen derecha del río Huerva. En concreto, se han localizado restos de los cimientos del antiguo convento de los Carmelitas Descalzos de San José, datado en el siglo XVI, así como parte de 25 enterramientos islámicos que corresponderían al siglo X. Este hallazgo, que profundiza en la historia urbana de la ciudad, confirma la relevancia histórica de una zona que ha sido escenario de transformaciones continuas a lo largo de los siglos.
La excavación, iniciada hace diez días a la altura del número 4 de Camino de las Torres, junto a la calle Salvador Madariaga y cerca del parque de Villafeliche (antiguo Canódromo), forma parte del estudio arqueológico preventivo contemplado por el Ayuntamiento. Dado que el proyecto para regenerar el río Huerva contempla la instalación de un nuevo colector en la ribera derecha, se decidió programar con antelación este sondeo para asegurar la protección del patrimonio subterráneo.
Según ha explicado la consejera de Cultura, Educación y Turismo, Sara Fernández, “siempre que se acomete un proyecto de obra pública o en equipamientos municipales que puedan afectar a espacios históricos, se procede a la realización de catas arqueológicas previas. En este caso, sabíamos de la posible ubicación del antiguo Convento de San José, y quisimos llevar a cabo las excavaciones con la suficiente antelación para no interferir en los trabajos del Huerva”. A su juicio, el objetivo prioritario es “preservar, estudiar y difundir nuestro patrimonio e historia, ya que cada hallazgo encaja una pieza más en el gran puzle histórico de Zaragoza”.
Los restos que se han encontrado del convento pertenecen principalmente a muros de cimentación y estructuras subterráneas, cuya conservación se ha visto afectada por las humedades de la zona, las sucesivas urbanizaciones y zanjas realizadas. El convento desempeñó un papel relevante en la ciudad tras su fundación en el siglo XVI, llegando a convertirse en fortín de defensa durante Los Sitios de Zaragoza (1808-1809), cuando la ciudad se resistió a las tropas francesas. Muy dañado tras aquellos episodios, en el siglo XIX se utilizó como cárcel y posteriormente se destinó a cuartel militar hasta bien entrado el siglo XX. Finalmente, en los años 70, lo que quedaba en pie fue demolido dentro de la “Operación Cuarteles”, que buscaba la ampliación y modernización urbanística de la zona.
Por otra parte, la excavación también ha sacado a la luz parte de una necrópolis islámica del siglo X, de la que ya se han identificado 25 enterramientos y no se descarta que aparezcan más. El jefe de la Sección de Arqueología del Ayuntamiento de Zaragoza, José Juan Domingo, ha subrayado la importancia de este hallazgo: “La presencia de tumbas islámicas indica que la zona ya estaba habitada y utilizada como cementerio en la Zaragoza del siglo X. Sin embargo, la mala conservación de algunos restos se debe a la poca profundidad a la que se encontraban y a las obras posteriores que afectaron al subsuelo”. Aun así, se están realizando labores de limpieza y preparación para documentar con detalle cada uno de los enterramientos: se elaborarán planos topográficos, dibujos y fotografías, además de emplear técnicas de imagen aérea.
La totalidad de los restos será retirada para su estudio pormenorizado en el Cuartel de Pontoneros, sede del servicio arqueológico municipal. Los huesos humanos, además, se trasladarán a la Universidad de Zaragoza, donde serán objeto de un análisis forense que permita contextualizar mejor la forma de vida, las costumbres y la salud de quienes fueron sepultados en este lugar hace más de un milenio. Todo el proceso se desarrolla bajo la supervisión y conforme a las directrices del Gobierno de Aragón, máxima autoridad en materia de patrimonio arqueológico.
Entre otros hallazgos, también se han hallado fragmentos de cerámica con inscripciones alusivas a los Carmelitas Descalzos de San José (“S. Joph” y “descalz”) y restos de proyectiles de mortero empleados por el ejército francés durante Los Sitios, lo que conecta de forma muy clara este yacimiento con episodios históricos trascendentales para la ciudad. Asimismo, ha aparecido en mal estado el basamento de un antiguo puente que unía el convento con la orilla opuesta del Huerva.