Entrevistamos a Cristina Ouviña Modrego (29 años), la jugadora más internacional del baloncesto aragonés, tras su paso por los mejores clubes de Rusia, Polonia, Francia y República Checa y sus éxitos con la selección española. Una jugadora que a pesar de la distancia siempre ha tenido en cuenta sus orígenes y que a pesar de su juventud ya está considerada como la mejor jugadora de la historia de nuestro baloncesto.
Vamos con tus inicios. ¿Cómo comenzaste en el baloncesto?
Empecé por mis primas. Ellas jugaban en el Basket Lupus y me dijeron de
ir a probar. Fueron sólo unos meses porque llegue a mitad de temporada,
pero me gusto y en la siguiente temporada y, por cercanía con mi casa,
me incorporé al CN Helios y mi carrera deportiva ha estado ligada al
color azul.
Sabemos que te sientes muy unida al CN Helios. ¿Qué ha significado para ti el club azul?
Me ha dado el aprendizaje deportivo y personal en categorías base que
cualquier padre-madre quiere para sus hijos. Y una vez que te vas
haciendo mayor lo valoro mucho. Realmente desconozco como se trabaja en
otros clubes de Aragón, pero puedo decir que en el CN Helios las cosas
se hacen muy bien.
¿Qué entrenadores te aportaron más en tu etapa de formación?
Me lo preguntan muchas veces y de verdad no puedo decantarme por nadie.
Con todos aprendimos muchos y creo que todos los que tuvimos fueron los
mejores para la edad que teníamos en esos momentos. Es cierto que hay
años que son más especiales y recuerdo los inicios con una auténtica
familia que formamos con tres generaciones de pre-benjamín, los años en
los que logramos medallas a nivel nacional, pero como he dicho de todos
aprendimos muchísimo.
Debutaste en la máxima categoría femenina con tan sólo 17
años de la mano del Basket Zaragoza-Mann Filter, club en el que jugaste
hasta la temporada 2011-2012. ¿Es importante que una jugadora joven
tenga un equipo de referencia en su ciudad?
Si es importante porque te planteas el querer ser como o el querer
llegar a… No tiene porque estar en tu misma ciudad, pero eso ayuda a la
hora de tener oportunidades. Para mí lo más importante es tener una
referente. Hay niñas en Zaragoza que no me han conocido en la etapa en
la que jugaba aquí y me dicen que quieren ser como yo. Eso es un orgullo
y me alegra ser una referente para ellas.
Tras dejar el Mann-Filter emprendes una exitosa trayectoria
por grandes clubes de Rusia, Polonia, Francia y actualmente en el USK
Praga de la República Checa. ¿Cómo valoras estas experiencias a nivel
deportivo y humano?
A nivel deportivo creo que he ido tomando las mejores decisiones para mi
crecimiento. Mi gran salto fue irme desde Zaragoza a Krakow, Polonia.
Yo no hablaba inglés, nunca había salido sola al extranjero y era un
reto muy arriesgado. El equipo jugaba Euroliga, que es la máxima
categoría y bueno, siempre hay dudas y miedos. A nivel humano creo que
es en lo que más he aprendido. Igual el conocerte más a ti misma, el
saber que quieres y sobre todo lo que no quieres. El sacarte las
castañas del fuego tu sola. Supongo que así es el crecimiento normal de
todas las personas, pero cuando estas lejos de tu familia y amigos se
multiplica. Lo que tengo claro es que no cambiaría nada de los que he
hecho.
Hace unos días vimos que habías sido elegida entre las tres
mejores jugadoras defensivas de la Euroliga. Hay jugadores, entrenadores
y sobre todo aficionados que sólo se fijan en la anotación. ¿Qué les
dices?
No puedo decir nada, al final es como todo, para gustos los colores.
Cada persona tiene su visión del juego y su filosofía y en el baloncesto
no es menos. Pero realmente me alegro que hagan también votaciones para
estas cosas, no sólo para MVP, máxima anotadora…
A lo largo de tu trayectoria hemos visto como no te has conformado y has seguido mejorando año tras año. ¿Cómo se consigue?
Con mucho trabajo y con algún que otro lloro (risas). Lo
importante es no rendirse nunca y ponerse mini retos a corto plazo. Ver
que vas cumpliendo esos retos hace que te motives más. Y si alguno no
sale, pues eso, a no bajar la cabeza y a trabajar más.
Tras asentarte de forma definitiva en la selección española,
con la que has conquistado un bronce mundial y dos oros europeos, se han
aplazado los Juegos Olímpicos de Tokio. ¿Supongo que ha sido una
decepción a nivel deportivo?
Como ya te he comentado, me ha costado mucho asimilar esa noticia. Pero
bueno, no se han cancelado, y sólo hay que seguir trabajando un año más.
Has recibido numerosos premios y reconocimientos, pero el año
pasado tras conquistar la medalla de oro en el Eurobasket recibiste un
emotivo homenaje en Borobia, la localidad de tu familia materna, donde
también le han puesto tu nombre a su pabellón de deportes. ¿Qué
significa para ti Borobia?
Paz. En verano, que es cuando puedo ir, es como recargar las pilas al
máximo, desconectar realmente de todo y revivir momentos de la infancia
con gente a la que aprecias. Sin duda, uno de mis lugares favoritos.
¿Qué es lo mejor que te ha dado el baloncesto?
Las amistades. Es increíble la cantidad de gente que conoces a través
del deporte. Y con muchas personas con las que he coincidido tengo una
buena amistad.
¿Qué consejo le darías a todas esas chicas aragonesas que aspiran a ser como tú?
Que disfruten mucho jugando y pongan mucho trabajo. Fueron mis claves
para llegar. Disfrutaba tanto jugando y estando con mis compañeras de
equipo que las mil horas que hacíamos se me pasaban volando.
¿Quieres enviar un mensaje a los aficionados al baloncesto de Aragón?
Muchas gracias por las muestras de cariño que recibo siempre tanto en
persona cuando estoy en Zaragoza como a través de las RRSS. He escuchado
muchas veces que Zaragoza tiene una de las mejores aficiones y eso es
muy positivo para el deporte aragonés y me llena de orgullo.
Pues nada más, Cristina. Mucho ánimo y muchas gracias por esta entrevista, un lujo poder contigo en la web de la Federación Aragonesa de Baloncesto y esperamos poder verte pronto dando lecciones en las pistas.