Para CCOO Aragón, la baja inflación estructural es preocupante y refleja el poco dinamismo de la demanda interna, provocada por la insuficiente participación de las rentas del trabajo (vía empleo y salarios) en el crecimiento y el lento avance de la inversión en los últimos años, a lo que ahora se añade el impacto negativo de la crisis del Covid-19. Es necesario mantener el mayor empleo posible, minimizar la pérdida de puestos de trabajo y garantizar que el empleo que se genere en este contexto sea de calidad y garantizando las condiciones de salud e higiene en el trabajo.
Ante la perspectiva de que la inflación vaya a mantenerse en una senda moderada, incluso con riesgo de entrar en un ciclo de deflación, desde CCOO consideramos que es una oportunidad para impulsar políticas fiscales expansivas, sostenidas en el tiempo, que nos permita una reestructuración económica rápida, eficaz y justa socialmente. Al mismo tiempo el Gobierno debe de controlar que no se produzcan subidas abusivas de precios en bienes esenciales, especialmente en bienes o servicios de primera necesidad (alimentos, suministros básicos, productos sanitarios), y que han visto incrementados sus precios en las últimas semanas con la crisis del Covid-19.