En una visita realizada este miércoles, el presidente del Gobierno de Aragón, Jorge Azcón, acompañado por el consejero de Medio Ambiente y Turismo, Manuel Blasco, inspeccionó la recién inaugurada Estación Depuradora de Aguas Residuales en Sallent de Gállego. Esta instalación, con una inversión de 6,6 millones de euros, es parte de un ambicioso plan de depuración en el Pirineo impulsado por el Instituto Aragonés del Agua (IAA).
La nueva depuradora de Sallent-Formigal, clave para el Valle de Tena, tiene la capacidad de tratar el agua residual equivalente a una población de 7,500 habitantes. Su importancia radica en contrarrestar el impacto ambiental del turismo en temporada alta y dejar de verter al río Gállego alrededor de 250 toneladas de fangos anuales.
El presidente Azcón subrayó la relevancia de esta infraestructura para el desarrollo sostenible del Pirineo, destacando la inversión total de casi 105 millones de euros destinados a la depuración de aguas en la región. «Este 2024 es el año en el que vamos a dar el empujón definitivo a la depuración de aguas en el Pirineo», afirmó.
Además, el Gobierno de Aragón ha asignado en el presupuesto actual una inversión de 11,8 millones de euros para la depuración de aguas. Paralelamente, se duplicará la cuantía de las subvenciones a pequeños ayuntamientos, alcanzando los 6 millones de euros en 2024, con el objetivo de fomentar la construcción de depuradoras locales.