El Ayuntamiento de Zaragoza trabaja para realizar una primera fase inmediata de intervención sobre el solar e inmueble de la Harinera de Casetas, catalogado por su interés arquitectónico y que adquirió en octubre de 2019 el consistorio. «Hay que proteger el inmueble y evitar el avance del deterioro», ha apuntado el consejero de Urbanismo y Equipamientos, Víctor Serrano, que ha visitado esta mañana el entorno del edificio junto al alcalde del barrio rural, Jorge Eseverri, y vecinos de Casetas implicados en la recuperación de la antigua harinera.
Serrano ha conocido de primera mano las reivindicaciones de los vecinos, quienes han planteado diferentes usos para un proyecto que supondría la puesta en marcha de un equipamiento municipal que funcionaría como revulsivo social y cultural para Casetas, todo ello en una superficie de 1.986 metros cuadrados y cuyo origen arquitectónico data de principios del siglo XX.
Durante la visita, el consejero de Urbanismo ha comprobado el estado del exterior y entorno del edificio, que en meses anteriores había sido sellado para minimizar la degradación por condiciones meteorológicas, la posibilidad de que sufriera algún tipo de vandalismo o la entrada de animales. Asimismo, se instaló una malla sobre la fachada principal de la calle Moncayo para evitar cualquier tipo de desprendimiento a causa del deterioro.
El Ayuntamiento de Zaragoza aprobó el pasado mes de octubre la adquisición mediante permuta del inmueble de la antigua Harinera del Ebro en el barrio rural de Casetas, en cuyo perímetro, de 1.986 metros cuadrados, entre las calles Moncayo, Olmo, Ramón y Cajal, y Aragón, incluye el edificio que fue la harinera y el frontal o fachada de una nave anexa, con una superficie construida de 207,5 metros cuadrados.