El base del Casademont Zaragoza, Trae Bell-Haynes, afronta con ambición el próximo compromiso de Liga Endesa frente al Surne Bilbao Basket, uno de esos encuentros fuera de casa que el canadiense considera “clave para marcar el rumbo de la temporada”. El jugador rojillo, que está firmando su mejor inicio de curso en España con una media de 17 puntos por partido, analizó la situación del equipo y su propio momento de forma antes del duelo en Miribilla.
Bell-Haynes comenzó recordando este mismo partido de la temporada pasada: “Fue una victoria muy especial, la primera de Rodri. Hemos estado luchando hasta llegar a este punto y, aunque sería genial volver a jugar tan bien, lo más importante es que el equipo gane. Mi rendimiento individual no importa si el equipo no gana”, subrayó.
El base explicó las claves para medirse al conjunto bilbaíno: “Sabemos que tienen jugadores muy talentosos como Panzar, Hellingsen o Hillard. Tienen una nueva dinámica con los fichajes de este año. Debemos limitar la influencia de Panzar y mejorar nuestra defensa en transición, que es donde más hemos sufrido. Si controlamos ese aspecto, tendremos una buena oportunidad de ganar”, apuntó.
A nivel personal, el internacional canadiense reconoció estar disfrutando del juego y de su rol bajo las órdenes de Jesús Ramírez: “Me siento bien. El entrenador nos da mucha libertad, lo ves con Santi, que está increíble. Estoy anotando mucho, pero quiero ser más eficiente. En Madrid tomé muchos tiros y no ganamos; ahora busco ayudar más al equipo, no solo con puntos”.
Bell-Haynes valoró también el impacto del técnico zaragozano: “Trabajar con Jesús ha sido un aire fresco. Tiene mucha pasión y una idea de juego clara. Nos habla mucho de tener una identidad propia, como los grandes equipos de la liga: Valencia, Tenerife o Málaga. Ellos siempre juegan igual, gane o pierdan. Ese es nuestro objetivo, mantener nuestro estilo y seguir creciendo”, destacó.
Finalmente, el base remarcó la importancia de los próximos partidos para alcanzar el objetivo de disputar la Copa del Rey: “El año pasado estuvimos muy cerca, pero no ganamos ninguno de los partidos fuera de casa, y eso nos costó el billete. Los encuentros como el de Bilbao o los que vienen después son vitales. Si queremos estar en la Copa, tenemos que demostrar que también sabemos ganar lejos de Zaragoza”, concluyó.
