El pívot gallego de Casademont Zaragoza ha anunciado esta mañana su retirada del baloncesto profesional en una comparecencia telemática a través del canal de YouTube del club aragonés. Visiblemente emocionado y con la esperanza de poder decir adiós a nuestro deporte en las canchas, el internacional español ha comunicado la decisión de poner fin a su carrera agradeciendo a todas las personas e instituciones que le han ayudado a construir su fabulosa trayectoria profesional.
Este es el comunicado oficial:
Hola a todos,
Antes de contaros el motivo de mi presencia aquí, quería empezar mis palabras teniendo un recuerdo para todos los fallecidos a causa del coronavirus estas semanas y mi cariño para todas sus familias y amigos. Igualmente, mi gratitud a todos los facultativos, sanitarios, trabajadores de residencias de mayores, Fuerzas y Cuerpos de seguridad del estado y ejército por arriesgar sus vidas para salvar otras muchas, al igual que tanta gente que ha trabajado durante este tiempo para que nuestro país no se detuviera del todo. Gracias a todos.
Hace muchos años comencé a buscar un deporte que fuera acorde con mi altura. Empecé con el baloncesto y a partir de ahí comenzó una relación de amor infinito por el baloncesto allí en mi querida Galicia, cuando apenas era un crío con 13 años. Lo que fue un juego y una simple diversión, poco a poco, fue adquiriendo más trascendencia hasta convertirse en una profesión. Se puede decir que el baloncesto me eligió a mí. Con trabajo, esfuerzo, constancia y un poco de suerte, por qué no decirlo, logré ser profesional en la mejor Liga del mundo después de la NBA. Incluso desde Estados Unidos me llegó la posibilidad de llegar a la meca del basket.
He sido un privilegiado con estas 19 temporadas en la Liga ACB, además de mis convocatorias con la Selección española. Ni en mis mejores sueños me podría imaginar una trayectoria así de logros, hitos y experiencias. He sido muy feliz en todos y cada uno de los equipos en los que he militado. Cada uno me aportó cosas, más allá de los éxitos deportivos: Málaga (mi segunda casa), Bilbao, Gran Canaria, Girona, Barcelona, Tenerife y ahora Zaragoza. Precisamente aquí tengo una representación de camisetas y redes de los títulos conseguidos.
Creo que es el momento de decir adiós.
El tiempo pasa y todo tiene un fin y creo que es el momento de cerrar la puerta del último vestuario en el que voy a estar. Curiosamente es Zaragoza, donde conseguí mi primer título de Copa del Rey en el 2005, donde he disputado mis dos últimas temporadas y me han permitido estar en otra de esas grandes ciudades que ama nuestro deporte.
Dejo el baloncesto profesional contento, satisfecho, orgulloso y sin queja ni pena. De aquí en adelante toca afrontar nuevos retos. Me gustaría seguir vinculado al baloncesto, en la formación con los más jóvenes.
He conseguido incluso que mi hijo Aitor me haya visto jugar durante algunos años y que se haya enganchado al baloncesto, igual que mi mujer Ana, quien me ha acompañado incansablemente en esta profesión en la que la maleta siempre está medio hecha.
No querría ser muy extenso en la lista de agradecimientos porque me dejaría algún nombre cuya aportación ha sumado hasta el día de hoy y eso no me lo perdonaría.
Me permitiréis que en primer lugar nombrar a mi padre, que sacrificó su descanso por mí y nunca pudo ver mis inicios como profesional. Y a mi madre y a mi hermana, que me vieron crecer y hacerme un hueco en el baloncesto profesional, al igual que el resto de mi familia.
Sería imposible enumerar a todos los entrenadores, fisios, médicos, utilleros, delegados, jefes de prensa, directores deportivos, presidentes de clubes y consejeros que tuve la suerte de conocer para transitar en este largo camino.
Qué decir de mis compañeros de vestuario. Desde estrellas de la NBA a juniors y vinculados que entrenaron y jugaron conmigo en estos años, para hacerme mejor jugador y creo que mejor persona. No he contado cuántos han sido, pero he tenido la suerte de tener a los mejores junto a mí y ellos han contribuido a que haya llegado hasta el día de hoy.
A los medios de comunicación que siempre me trataron con afecto y respeto para contar estos 19 años de profesional.
Y finalmente a la afición por ser mi principal activo. Ellos me han dado un cariño que he tratado de devolver en la cancha con mi juego y fuera de ella con mi gratitud y mi cercanía porque han sido siempre parte importante de este juego y de mi vida.
Espero que en este tramo final de temporada que ojalá podamos disputar, pueda experimentar hasta la última bocina el amor por el baloncesto. Será el mejor modo de dejar mi profesión, jugando en una cancha.
Gracias a todos y por todo. Nos vemos en cualquier momento.
Muchas gracias.