Una enorme falta de respeto

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Que, con la que está cayendo, que implica y duele a la mayor parte de los zaragocistas, el presidente del Real Zaragoza, el director general y otros cargos se hayan reunido esta mañana con Víctor Fernández y sus jugadores en la Ciudad Deportiva y no exista, en estos momentos, al menos un comunicado de prensa al respecto, en el que se explique a una afición desolada, incrédula y enfadadísima el contenido de la charla -sin generalidades, en profundidad- es una enorme, gigantesca falta de respeto de una propiedad ajena al mundanal ruido. Una propiedad soberbia que vive en su propio mundo y que no considera necesario dar explicaciones a una afición que apenas aportan cuatro duros -ellos aportan, naturalmente, otro decisivo montón- para la corriente marcha de un club que, sin ellos, sería filfa, historia, un cero en la nada. La afición es la plebe.

Enorme error. Lo que sucede, lo que pasa, es, en primer lugar, culpa de una propiedad inepta e incapaz en lo deportivo.

No se puede ningunear a la afición, señor Alierta. No se le puede escaquear la verdad. Y la verdad es que se avecina -ojalá quiera Dios que me equivoque- un nuevo fracaso, acaso el más sonado del deambular de una histórica institución en segunda bajo su mandato. Den ustedes explicaciones porque, si no es así, les pasarán factura. La peor bofetada a su masa social y de incondicionales, compuesta por docenas de miles de seguidores es considerarles un cero a la izquierda, simplemente porque no lo son.

Y Lalo con otros cuatro años de contrato. Es sorprendente. ¿O no tiene nada que ver el director deportivo con lo que sucede…? Es el jefe…

Tal vez, porque esto es fútbol, suene la flauta. No será motivo para olvidar esta afrenta. Humillados pero orgullosos.