Otra vez admirable; otra vez decisiva. La afición zaragocista volvió a tener este sábado un comportamiento impresionante: los 22.857 aficionados que llenaron de impulso zaragocista La Romareda volvieron a ser fundamentales en el triunfo del equipo aragonés. El Real Zaragoza se arropa en los suyos: se resguarda en su estadio, al abrigo de su afición, para sacar adelante encuentros tan comprometidos como el que ha disputado frente al Numancia.
Ni el frío, ni la lluvia, ni la adversidad han sido obstáculo para que el zaragocismo brindara una exhibición a la altura del equipo. Su impulso ha sido decisivo, una vez más, en el triunfo de un Real Zaragoza acomodado con solvencia en la aristocracia de la Liga.