Víctor Fernández, en una entrevista realizada por el propio Real Zaragoza, ha repasado lo que supuso la Recopa para el conjunto aragonés, con él como técnico en aquella gesta: «Jugar en París contra el Arsenal fue la culminación de ese viaje y la satisfacción y la felicidad para todo el mundo, no solo a nivel profesional, sino también a nivel personal»
Además, ha reflexionado sobre lo que supuso este histórico triunfo para él: «A nivel profesional y personal representó todo, como aragonés fue el triunfo de todo Aragón, como entrenador alcanzar un título europeo si no eres técnico de un Madrid, de un Barça, es muy difícil alcanzarlo, y más en aquellos tiempos. Ahí ya fue tocar el cielo a nivel de todo, pero fundamentalmente a nivel futbolístico».
También destacó lo importante que fue la situación del equipo en ese momento y lo competitivo que se había convertido: «Aprendimos de la derrota y cómo se podía ganar, con mucha madurez y competitividad, aunque no logres exponer tus mejores valores futbolísticos. No vimos la mejor imagen de la temporada del Real Zaragoza en ese partido de la final, pero aprendimos a ganar».
Sobre el gol de Esnáider, comentó lo siguiente: «Era un momento decisivo del partido. Creía que el que se adelantase en el marcador tenía muchísimas posibilidades de ganar. Sin embargo, no resultó suficiente, nos empataron y fue un jarro de agua fría. Pasa a la historia el gol de Nayim pero el gol de Esnáider fue de una plasticidad y de una agresividad en el disparo tremenda».
Por último, sobre el gol que daría la Recopa al Real Zaragoza, Víctor Fernández destacaba lo siguiente: «Es el destino, eramos un equipo muy goleador y Nayim no había marcado un gol en toda la temporada. El destino le reservaba ese espacio para la gloria, el meter el gol, cómo le metió y desde qué posición. Aunque estaba pensando en los penaltis, el gol se vivió como una explosión de júbilo, nada más se podía alcanzar».