El portavoz de Agricultura de PP planteó ampliar los cupos de caza debido a los daños en cultivos y a la transmisión de la sarna, pero PSOE, Podemos, CHA y PAR lo rechazaron
Hace meses que los agricultores aragoneses vienen advirtiendo al Gobierno autonómico de los perjuicios en cultivos causados por la superpoblación de conejos y de la proliferación de la cabra en determinadas áreas de la Comunidad. Éste es el motivo que llevó esta tarde a Ramón Celma, en la comisión de Agricultura de las Cortes de Aragón, a defender la ampliación de los cupos de caza “hasta que se alcance un equilibrio que permita compatibilizar la gestión de la fauna silvestre con el desarrollo de las actividades agroganaderas”.
La respuesta negativa de PSOE, Podemos, CHA y PAR a la iniciativa del Partido Popular impide un cambio excepcional y limitado en el tiempo a la actual normativa de caza, lo que en términos prácticos supondrá que los agricultores aragoneses deberán seguir afrontando los cuantiosos daños que provoca el exceso de población de cabras y conejos no sólo en los almendros o en los cultivos tradicionales, sino también como explicó Celma “a la ganadería extensiva y a otros animales silvestres por el tipo de vegetales que consumen”.
La petición de Celma tenía especial razón de ser habida cuenta de la situación de crisis crónica que sufre el sector primario, incrementada como consecuencia de la pandemia y con cifras negativas respecto a los precios con una caída del 2’6% y, sin embargo, con una la subida de los costes de producción del 3’6%. La erosión continuada de sus cultivos por los animales silvestres, resaltó, representa otra carga más.