El Colegio Oficial de Farmacéuticas de Zaragoza, coincidiendo con el primer año de pandemia, ha hecho balance de estos doce meses de emergencia sanitaria. Un periodo en el que la profesión farmacéutica ha sido proactiva y ha permanecido de guardia, junto al paciente y colaborando con el sistema sanitario y el resto de profesionales de la salud. Los farmacéuticos han estado en los puntos más críticos de la pandemia, realizando las pruebas del virus, garantizando la producción, distribución y dispensación de medicamentos, investigando o educando a la población. Una labor desarrollada desde centros de salud, hospitales, laboratorios de análisis clínicos o las 500 farmacias de la provincia.
Farmacias, siempre de guardia
Desde el primer momento, las farmacias comunitarias de Zaragoza han permanecido abiertas ayudando a reforzar la capacidad del sistema sanitario en un año en el que han hecho 368.000 horas de guardia. Como recuerda Raquel García, presidenta del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Zaragoza: “Las farmacias han garantizado la continuidad de la prestación farmacéutica, facilitando el acceso a los medicamentos en todo momento. Se han puesto en marcha medidas como la entrega de medicamentos a domicilio a pacientes enfermos o dependientes. También se entregaron medicamentos hospitalarios en farmacias y se hicieron modificaciones en receta electrónica para que los pacientes crónicos recogieran su medicación en las farmacias sin acudir al centro de salud. Medidas que han evitado desplazamientos, han reducido el riesgo de contagio, descongestionando centros de salud y hospitales y protegiendo a los más vulnerables”.
Vigilancia
La profesión farmacéutica desempeña un importante papel para garantizar el seguimiento en aspectos relativos a la seguridad de la vacuna COVID-19, dada la capilaridad de la red de farmacias en Aragón, tanto en el medio urbano como rural, y su especial capacitación. Gracias al contacto directo con el paciente, el farmacéutico posee un papel privilegiado en la identificación y notificación de las reacciones adversas a cualquier medicamento, con la colaboración del Centro de Farmacovigilancia de Aragón.
Prevención
Entre las principales labores desarrolladas desde los primeros días de pandemia por los farmacéuticos ha estado la educativa; formación e información dirigida a promover la prevención y salvar vidas. Para ello, los farmacéuticos de Zaragoza han generado una ambiciosa y completa batería de documentación para profesionales y pacientes. Este arsenal de herramientas ha contribuido a frenar el avance de una pandemia en la que la farmacia ha sido el primer centro sanitario donde los ciudadanos han acudido a informarse