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El III Congreso de Innovación educativa, que vuelve a celebrarse después de dos años debido a la pandemia, “se ha abierto a nuevos perfiles y a los retos de futuro»

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Más importancia a la técnica que a la tecnología; al conocimiento que a las herramientas. Este ha sido el principal punto de encuentro entre los 12 ponentes del III Congreso de Innovación educativa que se ha clausurado hoy en Zaragoza y que, como ha explicado en la inauguración el consejero de Educación, Felipe Faci, “trata de buscar inspiración y dar respuesta a los desafíos de la ciudadanía futuro”. “El concepto comunidad educativa es un concepto importante y transformador y la pandemia ha hecho que por fin se reconozca”, ha asegurado.

El III Congreso de Innovación educativa, que vuelve a celebrarse después de dos años debido a la pandemia, “se ha abierto a nuevos perfiles y a los retos de futuro, porque la innovación debe ser anticipar los retos que están por venir. No queríamos seguir haciendo lo mismo en un momento en el que todo se ha transformado ”, ha indicado el consejero, quien ha intervenido después de una inauguración musical a cargo de alumnos del Conservatorio Superior de Música de Aragón, sede del Congreso en la jornada de hoy.

Y precisamente en referencia a la pandemia, Felipe Faci ha recordado que “las grandes catástrofes siempre han dado paso a una nueva sociedad”. “Espero que sea una sociedad mejor: más sensible y más empática y la escuela se ha demostrado la mejor herramienta para construirla. La pandemia va a provocar una transformación social y la educación debe estar en el centro. La pandemia ha hecho que se reconozca el valor de la escuela”, ha añadido. En ese sentido, ha coincidido con varios de los ponentes en que “tenemos que abrir más espacios de participación”.

El III Congreso de Innovación educativa ha reunido hoy en Zaragoza a referentes de la ciencia, las matemáticas, la tecnología y la comunicación, además de profesionales de la educación, lo que ha permitido ofrecer una visión amplia e innovadora de la sociedad del futuro y las respuestas que la escuela y la educación pueden ofrecer.

Así, Eduardo Sáenz de Cabezón, divulgador científico, ha reivindicado que “tenemos que aprender a vivir en redes. Ha cambiado nuestra forma de comportarnos y relacionarlos” y ha propuesto una mirada “desdramatizada de las matemáticas”. “El conocimiento matemático en la estructura de las redes tiene una implicación en nuestra manera de ejercer la ciudadanía”, ha asegurado.

La periodista deportiva Paloma del Río ha ofrecido una mirada crítica de los medios de comunicación y ha denunciado que “la sexualización, el ninguneo, el menosprecio, el paternalismo, la dependencia masculina… protagonizan los titulares de la prensa deportiva” y ha pedido a los profesionales de la educación que enseñen a “leer de manera crítica y, sobre todo, a respetar a las mujeres”. “Queda mucho por hacer”, ha lamentado.

La experta y pionera de Cultura Olfativa Isabel Guerrero ha puesto en valor el papel del olfato en la Educación de los Sentidos. Guerrero ha destacado que el olfato es probablemente el “sentido más importante y menos valorado. En la pandemia, muchos, lo han notado”. Isabel Guerrero es la autora de la fragancia que estaba impregnada en las acreditaciones del Congreso, creada ex profeso para el acontecimiento.

Ainara Zubillaga, directora de Formación y Educación de la Fundación COTEC, ha señalado que “hay una escasa dimensión pedagógica en el proceso de digitalización. Tendríamos que definir mejor esos modelos de educación híbrida. ¿Qué es lo que vamos a hacer cuando estemos físicamente juntos y qué vamos a hacer a distancia?”. Además, ha recordado que la pandemia ha puesto en evidencia que las políticas educativas no pueden ser sólo educativas, sino que tienen que ir acompañadas de políticas de empleo, sociales, sanitarias…  

Por otra parte, ha destacado el papel fundamental de los docentes para diferenciar lo que es innovador de lo que no lo es: “Cuidado con la innovación, porque a veces genera procesos de exclusión. Ojo con la tecnología que reproduce procesos tradicionales pero no aporta nada más y abre en cambio una brecha”. Y ha propuesto la construcción de un contrato social con las máquinas. “Centrémonos en lo que somos buenos los humanos: empatizar, comunicar, socializar, escuchar… y dejemos las tareas más mecánicas a los robots, que lo hacen mejor”, ha concluido.

Precisamente esa oportunidad que representa la digitalización ha sido protagonista de la mesa redonda a la que se han sumado Ana Rubio, presidenta de Unisys España y Alicia Asín, CEO de Libelium. “La tecnología está ayudando inmensamente a la humanidad, está ayudándonos a ser más felices: en el ámbito socio-sanitario, en la eliminación de trabajos mecánicos, en el ámbito educativo…”, ha destacado Ana Rubio, que ha lanzado un mensaje a las grandes tecnológicas: “Es importante que las personas que hablamos de tecnologías estemos en el mundo con humildad. Tenemos que adaptar la tecnología a las necesidades del ser humano que las va a utilizar”.

En esta misma línea, Alicia Asín ha indicado que la tecnología permite ofrecer datos objetivos a la ciudadanía. “Es la manera más potente de humanizar la tecnología,   empoderar a la ciudadanía y conseguir una democracia de mayor calidad”, ha manifestado, y ha reivindicado el poder de la educación: “Hay que saber comparar porcentajes, leer gráficos, interpretar los datos… eso se puede enseñar en las escuelas”.

“Navegar por internet y utilizar las redes sociales no es saber utilizar la tecnología ni contar con una ciudadanía digitalizada. Los niños no son nativos digitales. Saben utilizar la tecnología técnicamente, pero necesitan conocimiento”, han coincidido.

La bióloga Cristina Balbás ha recordado que la educación está hecha por y para personas, por lo que fomentar los intereses y alimentar la inquietud del alumnado es la primera misión educativa. Por este motivo, ha recomendado “identificar y aprovechar los diferentes mecanismos que utilizan los jóvenes para llegar al mismo aprendizaje” y ha sugerido “poner altas expectativas en los alumnos y exponerlos a que tengan experiencias exitosas en ámbitos científico- tecnológico”. “Tratar a los alumnos como personas, atendiendo a sus intereses, es lo que consigue la transformación social”, ha asegurado.

Y de transformación social ha hablado también Gemma Muñoz, CEO de El Arte de Medir, para quien “es necesario lograr el equilibrio entre tecnología y técnica: hay que saber usarla”. Para esta experta en Big Data, combinar la experiencia y la intuición con los datos que construyen el segundo cerebro es la base de la inteligencia artificial. Ha reconocido que “como el agua en el planeta Tierra, sólo el 10% de los datos que se recopilan son potables” y ha recordado que los datos que recopilamos deben servir para accionar nuevas iniciativas. “Lo que cambia realmente las cosas es el conocimiento, no los datos y ni siquiera la información. Esa es la base para poner en marcha una acción transformadora”, ha manifestado.

El cierre del III Congreso de Innovación educativa ha corrido a cargo de Jaime Rodríguez de Santiago, fundador de BlaBla Car y actual General Manager de FreeNow y creador del exitoso podcast kaizen, que ha establecido los tres principios que han vertebrado su forma de ser: la vocación de ser un eterno novato; la fe en que se puede aprender cualquier cosa y convencimiento de que se aprende haciendo.

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