La Comarca de Cinco Villas es una tierra de frontera, de historia y también de
leyendas. Algunas ancladas en el pasado, otras, en la tradición y la memoria.
Todas ellas, ahora vivas para el senderista de la mano del proyecto ‘Senderos
de leyenda’, ocho rutas por el mismo número de enclaves naturaleza de esta
comarca, la más extensa de Aragón.
Dichas rutas, que se apoyan en la historia y las tradiciones locales, dan
fundamento a unos recorridos para realizar, especialmente en familia, en parajes
tan diferentes Uncastillo, desde donde parte la Ruta de las Fuentes, que discurre
entre lavaderos, embalses y la figura Sancho Garcés, Almanzor y la leyenda de
los 50 caballeros de Uncastillo, de época medieval, pero que perdura en nuestros
días.
En Valpalmas está la ruta de los Aguarales de Valdelimaz, unas bellas y
curiosas formaciones geológicas, en las que quizá el ilustre Nobel aragonés
Santiago Ramón y Cajal experimentó el cambio vital que le hizo olvidar su etapa
como mal estudiante, para empezar a convertirse en un célebre investigador.
En Biel se puede realizar la ruta de Los Barrancos, que se adentra en el
paisaje protegido de la Sierra de Santo Domingo, una ruta que huele a perfume
de lavanda y espliego. Porque eran muchos los vecinos que recolectaban esta
planta para cocerla en sus alambiques y extraer su aroma.
También desde Biel parte la ruta de Las Lezas, ligada a las piedras de su
catillo, a las luchas entre cristianos y musulmanes y al mismísimo Alfonso I El
Batallador, que pasó aquí en esta localidad cincovillesa parte de su infancia.
Cerca de Biel está Luesia, donde se sitúa la ruta del Pozo de Pigalo, ligada
a los molinos harineros, ya que el río que lo nutre -el Arba de Luesia- tuvo hasta
cinco de ellos.
Sus aguas y el lento paso de la piedra molían el trigo y convertían este
producto en un alimento que generó en la zona mucho trasiego de personas y
mercancías por el frondoso bosque que cruza esta ruta, en la que eran
frecuentes los enfrentamientos entre mercaderes, contrabandistas y gendarmes,
allá por el año 1800.
También frondoso es el Fayar de Gozapaño, en Luesia, un hayedo que,
según cuenta la leyenda, estaba habitado por brujas, o más bien por alguna que
otra zarza traviesa que, al engancharse en la noche, produjo más de un susto a
aquellos que lo cruzaban.
Otra ruta parte de Longás, donde sus gentes, en el pasado, vivían del
ganado y de sus bosques, y guardaban con celo un secreto que les permitía
fabricar un oro negro que extraían de los pinos y que se conocía como ‘la pez’.
Por eso se les llama peceros.
Y, para terminar esta aventura senderista, la ruta de la Ralla de la Bardena
cincovillesa, un territorio desértico en el que antaño se refugiaban bandoleros tan
conocidos como ‘El Trapo’, ‘El Gordillo’ o ‘El Mala cara’. Aunque, sin duda, el que
alcanzó mayor fama en estas tierras, durante el siglo XV, fue Sancho de Rota,más conocido como ‘Sanchicorrota. El ‘Rey de las Bardenas’, como se le
apodaba, vivía oculto en alguna de las cuevas que se encuentran por esta zona.
Desde allí salía para asaltar a los ricos y a repartir el botín entre sus compañeros
y pobres.
Todas estas rutas se pueden descargar para su disfrute en la página web
comarcal, donde se incluyen no solo información de las mismas, sino también
track GPX y track KMZ para facilitar su recorrido y ubicación.
Un material que permite realizar un completo paseo autoguiado para
hacer en familia, en pareja o con amigos, en el que se van contando todas esas
curiosidades que hay al lado de los senderos y que muchas veces pasan
desapercibidas.
La información sobre este proyecto, que forma parte de un proyecto más
amplio que la comarca desarrolla junto a las de Somontano de Barbastro y Hoya
de Huesca, llamado Prepyr365, se puede ver pinchando en el siguiente enlace:
https://www.comarcacincovillas.es/deporte/senderos-de-leyenda/