El doctor en Ciencias Químicas y profesor de investigación del CSIC en el Instituto de Carboquímica Juan Adánez Elorza; el Instituto Universitario de Investigación en Biocomputación y Física de Sistemas Complejos (BIFI) y el doctor en química Alberto Concellón han recogido esta tarde los Premios Aragón Investiga a la Excelencia, Entidades y Jóvenes Investigadores, respectivamente, en una gala que ha tenido lugar en el salón de actos de Caja Rural, presidida por la consejera de Educación, Ciencia y Universidades, Claudia Pérez Forniés, ante más de un centenar de invitados.
Junto a todos ellos, ha sido reconocido también con la distinción especial de perspectiva de género el proyecto ‘El movimiento por la paz a lo largo del siglo XX en España y América Latina’, de la historiadora y politóloga Sandra Blasco. Asimismo, se ha entregado por primera vez el premio ‘Ramón y Cajal’ sobre investigaciones relevantes en sus distintas categorías.
La de Salud, Biotecnología y Biomedicina ha recaído en la publicación ‘Nanoengineering Palladium Plasmonic Nanosheets Inside Polymer Nanospheres for Photothermal Therapy and Targeted Drug Delivery’, y en su primera autora Laura Usón Muñoz. La de Clima, Energía y Movilidad Sostenible ha sido para el artículo ‘Increasing atmospheric dust transport towards the western Mediterranean over 1948-2020’, y su primer autor Pedro Salvador Martínez. Y la Desarrollo Social y Cultural, a ‘Aprendizaje Multimedia y Transferencia de Conocimiento en una Plataforma Digital. Estudio de Caso de Entremedios’, de su primera autora Carmen María Marta Lazo.
A todos ellos, les ha felicitado la consejera de Educación, Ciencia y Universidades, quien ha destacado “el excelente nivel y salud del ecosistema científico aragonés” y ha reiterado el compromiso “firme” del Ejecutivo autonómico con la investigación y la ciencia.
En el objetivo fundamental de situar a Aragón “entre los territorios comprometidos con la nueva economía del conocimiento”, según ha recordado Pérez Forniés, el Gobierno ha aumentado un 16,6% la inversión en ciencia, lo que permitirá continuar con ayudas a la investigación –grupos, predoctorales y movilidad-, aumentar un 25% las de proyectos, e implementar nuevas como la de contratos predoctorales, transferencia y gestión y eventos científicos.