En una declaración realizada por Carmen Susín, consejera de Bienestar Social y Familia, se resalta la importancia de que el Gobierno de Aragón lidere la solidaridad y apoyo a los Bancos de Alimentos de la comunidad. Susín destaca el compromiso necesario para respaldar a las personas más vulnerables, atribuyendo la actual incertidumbre al supuesto «desamparo» infligido por el Ejecutivo central a estas entidades a nivel nacional.
Uno de los primeros compromisos del presidente Azcón al iniciar su mandato fue respaldar económicamente a los Bancos de Alimentos de Zaragoza, Huesca y Teruel, proporcionando fondos en proporción a la población que atienden. Este año, por primera vez, el Gobierno de Aragón destina ayudas a los tres Bancos de Alimentos de la región, asignando 100,000 euros al Banco de Zaragoza y 50,000 euros a los de Huesca y Teruel cada uno. Según Susín, abordar los problemas cotidianos y tomar decisiones para apoyar a quienes más lo necesitan es una de las obligaciones fundamentales del Gobierno regional.
La consejera de Bienestar Social y Familia, acompañada por la alcaldesa de Huesca, Lorena Orduna, visitó el Banco de Alimentos de Huesca para conocer de primera mano cómo se organizan y almacenan las donaciones. Esta iniciativa directa del Gobierno se ha vuelto crucial para mantener la labor de los Bancos de Alimentos, especialmente después de la incertidumbre generada por el trato dispensado por el Gobierno central una vez finalizado el programa europeo de ayuda a personas desfavorecidas (FEAD), que se integrará en el nuevo programa FES+.
El Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 está preparando un programa para modificar el sistema de ayuda alimentaria financiado por la Unión Europea para los más vulnerables. Este programa sustituirá el suministro de alimentos en especie por tarjetas monedero diseñadas para su uso directo en supermercados. Sin embargo, Bancos de Alimentos de todo el país han expresado su preocupación, advirtiendo que este nuevo sistema puede llevar a un cierre masivo de estas entidades. Además, se señala que las tarjetas están destinadas principalmente a familias con hijos a su cargo que viven en situaciones de pobreza o extrema vulnerabilidad, lo que podría dejar fuera a muchos colectivos que necesitan ayuda alimentaria en Aragón.
Los Bancos de Alimentos juegan un papel crucial como intermediarios entre particulares, empresas y entidades que donan alimentos no perecederos. Estos bancos también centralizan ingresos de tiendas y supermercados locales, permitiéndoles surtir alimentos según las necesidades de las familias a las que ayudan y evitando la caducidad de productos. El Banco de Alimentos de Huesca, por ejemplo, colabora con más de 30 entidades sociales en la provincia, buscando aumentar el número de voluntarios y expandir su impacto social.
La ‘lista de la compra’ del Banco de Alimentos a lo largo del año incluye legumbres, conservas de carne, atún y aceite de oliva. Además de las donaciones regulares, realizan campañas como la Gran Recogida, que el pasado noviembre recolectó 85,000 kilos de ayuda. El Banco de Alimentos de Huesca no solo se centra en alimentos, sino que también recibe productos de limpieza, artículos de higiene personal y cuidado infantil, ampliando así su apoyo a las comunidades locales.