Educación y Sanidad van a impulsar un proyecto piloto para mejorar la prevención y la respuesta ante los casos de ideación suicida en las aulas aragonesas y ofrecer una atención y seguimiento más individualizados.
Se busca enriquecer el protocolo de prevención, detección e intervención que ya existe en los centros para ayudar de una manera más efectiva al alumnado que atraviesa una situación complicada y, sobre todo, garantizar su protección y cuidado.
El nuevo modelo, se va a testar con veinte centros educativos del Área de Salud de Huesca para su posterior evaluación e inclusión en el protocolo habilitado para todos los centros aragoneses si los resultados son satisfactorios.
Los casos de ideación suicida en las aulas de Aragón han aumentado un 35% en el último año, los datos son preocupantes y por eso desde el gobierno de Aragón se han puesto a trabajar en el asunto.
Hoy ha tenido lugar la primera reunión, en el Centro de Profesorado Ana Abarca de Bolea, de la capital oscense, con los equipos directivos y los orientadores de los centros educativos para echar a andar el proyecto. En el encuentro, han participado la directora del Servicio Provincial de Huesca, Mónica Martínez; la jefa de servicio de Equidad de Inclusión, Mar Vázquez; y el enfermero especialista en salud mental José Manuel Granada y la médico especialista en psiquiatría Cristina Abad, ambos asesores de la Dirección General de Salud Mental. Según han explicado, el objetivo es trabajar de una forma más coordinada y estrecha desde los centros con los especialistas en Salud Infanto Juvenil. Hasta ahora, el protocolo marca que, ante un posible caso de riesgo, la dirección del centro lo comunica a Inspección y al Equipo de Orientación Educativa en Convivencia Escolar.
Tras asegurar las medidas de protección necesarias en el centro escolar, se produce el intercambio de información con la Dirección General de Salud Mental, que estudia caso a caso los expedientes de los alumnos y alumnas, y determina las acciones a llevar a cabo para prevenir y evitar un intento autolítico. Sobre esa información el equipo de Salud Mental recomienda al Equipo de Orientación Educativa en Convivencia Escolar las medidas a ejecutar y revisa, pasado un periodo de tiempo, que se hayan realizado.
La intención ahora es prolongar ese protocolo, incluyendo a las Unidades de Salud Mental Infanto Juveniles (USMIJ) –que tendrán asignadas cada centro- y trabajando mano a mano con ellas para un seguimiento individualizado y un feedback continúo que asegure la mejora en el bienestar del alumnado.