Aketxe admite faltas de puntería y pide hacer de La Romareda un fortín

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la comparecencia de Ager Aketxe sirvió para constatar que el Real Zaragoza es consciente de sus carencias, pero también de su potencial. El mediapunta pide tiempo, trabajo y convicción para recuperar la ilusión del primer mes y volver a pelear por los puestos de honor. “Está en nuestras manos”, insistió, y la tarea empieza en el próximo partido en Ipurua.

Ager Aketxe compareció en rueda de prensa para analizar la delicada situación que atraviesa el Real Zaragoza tras un mes de noviembre sin victorias y con la necesidad imperiosa de sumar de tres en tres para no descolgarse de la parte alta de la tabla. El mediapunta vasco, que llegó tarde a la disciplina blanquilla y sufrió una lesión justo al incorporarse, hizo autocrítica tanto en el plano colectivo como en el individual y subrayó la importancia de recuperar el nivel que el equipo mostró a inicios de temporada.

Un mes de noviembre cuesta arriba:
Aketxe no rehuyó el balance del último mes. El Real Zaragoza ha encadenado cinco partidos sin ganar, una racha que lo ha desplazado fuera de los puestos de playoff. “Nos han faltado pequeños detalles”, resumió el futbolista, haciendo hincapié en que la diferencia entre sumar uno o tres puntos suele hallarse en jugadas muy concretas. Reconoce que la situación requiere urgencia: la clasificación se “rompe” y el equipo necesita reencontrarse con la victoria para no perder el tren de la zona noble.

Hacer de La Romareda un fortín:
Uno de los puntos que más preocupan en el vestuario es el pobre rendimiento como local. Aketxe lo dejó claro: “En casa tenemos que darle una vuelta”, afirmó. Señaló que muchos rivales llegan a La Romareda sin sentirla como un escenario temible, algo que el equipo debe revertir. El mediapunta insiste en la importancia de contagiar a la afición con un juego sólido y eficaz en su propio estadio. “Todo lo bueno que nos pase vendrá con nuestra gente apoyando, y para ello tenemos que ofrecer garantías desde el campo”, apuntó.

El plano personal: recuperación y exigencia:
En lo individual, Aketxe admitió que su adaptación al Real Zaragoza no fue la ideal. Llegó con la temporada ya iniciada y apenas aterrizó sufrió una lesión que le impidió alcanzar su mejor forma. Sin embargo, el jugador asegura sentirse cada vez mejor: “El último mes me he encontrado a nivel de juego más cómodo, aunque todavía necesito mejorar en estadísticas, especialmente en definición”. Recordó que el año pasado, en la fila del Eibar, la pelota sí entraba, y que ahora simplemente falta afinar la puntería para recuperar la confianza.

Aketxe no oculta cierta frustración por las ocasiones claras falladas recientemente. Su objetivo es revertir esa falta de acierto lo antes posible, algo que, cree, llegará con trabajo y perseverancia. Además, destacó la confianza que el entrenador ha depositado en él, incluso en los momentos más bajos de forma. “Siento responsabilidad por mi veteranía y por la confianza del míster. Debo devolverla con buenas actuaciones”, sentenció.

El retorno a Ipurua y el próximo desafío:
Uno de los alicientes del próximo encuentro será el regreso de Aketxe a Ipurua, estadio del Eibar, equipo en el que militó tres años. “Será un partido especial”, reconoció, aunque dejó claro que ahora su camiseta es la del Real Zaragoza y su única meta es traer los tres puntos de vuelta a la capital aragonesa.

El jugador cree que una victoria en Eibar podría ser el punto de inflexión: sumar los tres puntos y encarar los siguientes dos partidos en casa con opciones de engancharse de nuevo al playoff. La misión es clara: ir partido a partido, corrigiendo errores y reforzando las virtudes que llevaron al Zaragoza a ilusionar a la afición en el primer tramo liguero.

Nuevos sistemas y ajustes tácticos:
Con el cambio de sistema a cinco defensas en los últimos encuentros, Aketxe afirma sentirse cómodo. Destacó la importancia de los carrileros, especialmente de Luna, con quien muestra buena sintonía: “Nos entendemos bien, me aporta profundidad y soluciones en ataque”, aseguró. Además, considera que la presencia de tres centrales específicos ayuda a tapar fisuras atrás, algo clave en una categoría donde cada detalle y cada centro lateral pueden decidir un partido.

Detalles que penalizan:
Aketxe tampoco esquivó el análisis del gol encajado a la contra tras un córner a favor en el último compromiso. “Fue una jugada mal ensayada”, admitió. “Ellos acertaron, nosotros no, y eso nos costó un gol”. Este tipo de acciones subrayan la importancia de la concentración y la coordinación, sobre todo en una competición tan igualada como la Segunda División.