El secretario territorial de Chunta Aragonesista en las comarcas turolenses, José Manuel Salvador, y Rafael Guardia, portavoz de CHA en el Ayuntamiento de Caspe, han recordado el mal estado en el que se encuentra la pista que comunica Alcañiz y Caspe con el embalse de Civán, utilizada para llegar a tres de los yacimientos arqueológicos más importantes del Bajo Aragón y a parajes del Guadalope frecuentados por pescadores.
“Aunque el camino fue construido hace más de 30 años por la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) para el personal de explotación del pantano, el organismo de cuenca ya no lo utiliza, por lo que se ha ido deteriorando con el tiempo, convirtiendo el trayecto de 22 kilómetros en un auténtico calvario”, explica Salvador.
Por esta vía se accede a El Cascarujo, la mayor necrópolis de la Ruta Íbera del Bajo Aragón, con más de 100 túmulos funerarios de los siglos VII al V antes de Cristo, las pinturas rupestres del Abrigo del Plano del Pulido y el yacimiento de la Loma de los Brunos, que incluye un poblado y una necrópolis de los siglos VI y V antes de Cristo.
Por este motivo, Chunta Aragonesista presentó una iniciativa en el Senado a través de Carles Mulet, senador de Compromís, para reclamar a la CHE que tome las medidas necesarias para impulsar su rehabilitación lo antes posible.
En su respuesta, el Gobierno de España explica que “las previsiones de actuación se ciñen a la conservación del camino en los términos llevados a cabo hasta ahora, desarrollando actuaciones como desbroce de la vegetación existente en ambas márgenes, la limpieza de las cunetas, el acondicionamiento del firme y la renovación de la señalización vertical en función de las necesidades que se estimen”.
Rafael Guardia ha señalado que, “además de dar acceso a estos enclaves y a zonas de gran valor paisajístico, esta pista está muy transitada también por agricultores, ganaderos y pescadores”, por lo que “es necesario continuar con las inversiones para seguir mejorando esta vía”.