El secretario territorial de CHA en las Comarcas de Zaragoza, Luis Arcega, ha mostrado su preocupación por la decisión de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) de prohibir el uso del agua y el baño en el embalse del Val, situado en el término municipal de Los Fayos (Tarazona y el Moncayo), tras constatar que el agua está contaminada.
La decisión responde a una denuncia de Ecologistas en Acción, según la cual, la depuradora de aguas residuales de las localidades sorianas de Ólvega y Ágreda estaría vertiendo aguas sin depurar dejando un rastro blanco en el río Val, que alimenta el embalse del mismo nombre, y que CHA trasladó al Senado.
“La ONG alertó del vertido de restos derivados del proceso de producción de una fábrica de quesos ubicada en esa zona, que se habrían sedimentado formando una capa continua y de unos milímetros de grosor sobre el sustrato del cauce afectando gravemente a toda la vegetación existente a lo largo del río”, explica Arcega.
La causa podría ser el deficiente funcionamiento de esta depuradora, inaugurada en el año 2010, responsable también del mal estado del embalse. “El Val es ya uno de los embalses más contaminados de la Cuenca del Ebro por su elevado nivel de fósforo”, ha advertido el secretario territorial de CHA, quien recuerda las numerosas denuncias que se han producido por vertidos contaminantes procedentes de la depuradora de Ágreda-Ólvega.
Chunta Aragonesista ha denunciado desde hace años “la proliferación de macrogranjas”, reclamando “un mayor control para reducir la contaminación del subsuelo y evitar que se incremente el consumo de agua en la zona”.
Por este motivo, Luis Arcega ha anunciado la presentación de una nueva iniciativa en el Senado a través de Carles Mulet, senador de Compromís, para reclamar a la Confederación Hidrográfica del Ebro que investigue a fondo esta situación de los vertidos, informe públicamente de las conclusiones obtenidas y tome medidas para evitar que vuelvan a producirse en el futuro.