El Ayuntamiento de Zaragoza ha comenzado los trabajos destinados al desmontaje de la lonja provisional del Mercado Central Lanuza, junto a las Murallas romanas de la ciudad, cuyo destino final será el polígono de Cogullada, donde dará más espacio a las brigadas municipales de Arquitectura del consistorio.
De este modo, los trabajos, que ya han comenzado en el interior de la estructura, van a
ir destinados a retirar la maquinaria, los motores, los cuadros eléctricos, los paneles que
separaban los puestos, las luminarias, los toldos de los puestos y otras instalaciones con el
fin de aprovechar al máximo los elementos y descargar las tareas de desmontaje, lo que conllevará abaratar los costes en un 50%. Se calcula que unos dos meses la estructura exterior de la lonja provisional podría comenzar a desinstalarse y el coste, que se preveía de 600.000 euros, va a rondar, gracias a la planificación y a las tareas previas acometidas por Urbanismo, en unos 250.000 euros. De esta manera, a final de año la zona entorno a las murallas romanas podría quedar despejada, recuperando el espacio junto a los vestigios romanos de alto valor patrimonial.
El destino final de parte de la estructura como almacenaje para brigadas municipales se ha decidido tras desestimar la idea de trasladar y crear una nueva lonja en el barrio de Parque Venecia, por la inviabilidad comercial del proyecto a consecuencia de la crisis económica generada por la Covid-19. “El desmontaje de la actual estructura, su traslado y la puesta en funcionamiento de una nueva lonja en Parque Venecia tenía un coste de unos 1,2 millones de euros, y todo ello para que se quedara sin uso, porque los estudios muestran la inviabilidad del proyecto comercial con motivo de la pandemia”, ha asegurado la consejera de Economía, Innovación y Empleo, Carmen Herrarte, “por lo que hemos buscado una doble solución: por un lado, un nuevo destino real y eficiente para la estructura, y, por otra parte, hemos comenzado a hablar con los vecinos de Parque Venecia para adecuar una respuesta innovadora y digital a las necesidades comerciales del barrio, todo ello con el ahorro económico que supone para la ciudad”.
La consejera de Economía ha explicado que, “desde que los técnicos nos dijeron que con
motivo de la crisis no podíamos sacar el proyecto adelante, porque no era viable
desde el punto de vista comercial y desde la perspectiva de los plazos, nos pusimos en
contacto con los vecinos”. “Hay que empezar a trabajar”, ha remarcado Herrarte, que ha
acudido esta mañana al barrio para conocer, junto a técnicos de Urbanismo, posibilidades de desarrollar otros proyectos que den solución comercial a Parque Venecia e incluso que
puedan tener polivalencia o dar respuesta a las reclamaciones de los vecinos. “Lo
zaragozanos quieren soluciones reales a sus necesidades y no tiene sentido, en plena
situación de crisis, gastarse 1,2 millones en un proyecto que ni va a tener salida comercial ni va a solucionar las reclamaciones de los vecinos”, ha apuntado Herrarte.
Por su parte, desde la Asociación de Vecinos Somos Parque Venecia, José Antonio
Andrés ha señalado que, aunque estaban “ilusionados con el proyecto inicial, no ha
podido ser por la pandemia y estamos confiados con el compromiso fuerte que tiene
este ayuntamiento en dar una solución”. Si bien han remarcado que “la principal
demanda del barrio es un mercado”, han incidido en que “ese aspecto se puede trabajar
de otras maneras, con carpas, locales o alguna otra intervención”. “Sabemos que la
solución es complicada pero tenemos que trabajar en ello, quizá con una infraestructura
más pequeña o con un mercado ambulante, porque estamos carentes de equipamientos
municipales”, han apuntado, señalando que “los datos son los que son y hay que ajustarse
a la realidad”.
El proyecto de un mercado minorista diseñado para doce puestos contaba con un estudio
de viabilidad comercial que se realizó antes de la pandemia de la Covid-19. Sin embargo, el
efecto de la crisis ha trastocado la idea original, dada la situación económica, que ha
desmontado los estudios realizados y no aconsejan la operación. Asimismo, en esta revisión de la viabilidad se han detectado otros factores que juegan en contra del proyecto, como los cambios en los hábitos de consumo, el aumento en cantidad y frecuencia de las compras online, el auge del e-commerce y la apuesta por la digitalización.