El Ayuntamiento pone en valor La Cartuja Baja peatonalizando su entorno

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El antiguo claustro de La Cartuja Baja estrenará en un par de semanas un entorno peatonalizado que contribuirá a poner en valor este conjunto histórico artístico. El área de Infraestructuras del Ayuntamiento de Zaragoza está ultimando la reforma de dos de las calles, Claustro y Mosén Labordeta, donde han desaparecido las estrechas aceras y los bordillos para dar paso a una calle de plataforma continua totalmente accesible.

Acabada la renovación de todas las tuberías y servicios que discurren por el subsuelo y creada la nueva plataforma, los trabajos se centran ahora en la colocación de unas bandas de adoquín coloreado en los laterales. Además en una de las esquinas del Parque Huerto Frisón, donde se ubicaba el antiguo claustro, se va a instalar una fuente de agua potable.

La peatonalización de las calles Claustro y Mosén Labordeta constituyen la segunda fase de las obras de mejora de la accesibilidad que se han estado desarrollando desde febrero en La Cartuja Baja. Todas ellas forman parte del convenio de colaboración con la Diputación Provincial de Zaragoza y han supuesto una inversión de 128.000 euros (IVA no incluido).

La primera fase permitió mejorar los accesos al Parque Huerto Frisón desde las calles Pino y Concepción, rebajando bordillos y eliminando barreras arquitectónicas. Además en el andador Jerónimo Zaporta se colocó un pasamanos en la escalera y baldosas podotáctiles, se mejoró la accesibilidad en los pasos de peatones de diferentes calles y se amplió la acera de la calle José Ramírez junto a la parada del autobús.

RENOVACIÓN DE LA PLAZA JOSÉ LASHERAS DE CASETAS

Dentro del convenio con la DPZ, el área de Infraestructuras también está a punto de finalizar la peatonalización de la plaza José Lasheras de Casetas. Esta actuación ha permitido ganar espacio para los vecinos y vecinas y hacer de la plaza un lugar más accesible.

Con una inversión de 60.800 euros (IVA no incluido), se han renovado las tuberías, elevado la calzada, se han eliminado los bordillos y colocado baldosas podoctáctiles. El resultado es un espacio continuo accesible con tráfico restringido y acceso únicamente para los propietarios de los garajes y vehículos de emergencia.

El Ayuntamiento de Zaragoza ha aprovechado estas obras para realizar al mismo tiempo otras actuaciones de mejora fuera del convenio con la DPZ y evitar tener que volver a abrir ese mismo entorno más adelante. De esta forma, la sociedad municipal Ecociudad ha renovado los colectores de aguas residuales que discurren por la plaza y un tramo de la calle San Jorge. El servicio de Conservación de Infraestructuras, por su parte, está ultimando la sustitución de las viejas tuberías de fibrocemento de la propia calle San Jorge y las de las calles Nuestra Señora del Carmen y Burgos, situadas también en las inmediaciones.