Justo cuando las plantillas se aprestan a arrancar la cuarta fase de la desescalada futbolística, que les permitirá entrenarse con todos los efectivos en una única sesión, paso previo al regreso, el fin de semana del 13-14 de junio, del fútbol con fuego real, llegan noticias filtradas desde el entorno mediático del Gobierno en las que se asegura que el público regresará a los estsadios mucho antes de lo que cabía esperar.
Si se cumplen los requisitos sanitarios, se prevé que, en el comienzo de la liga 20-21, puedan acceder a las instalaciones un 30% del aforo; un porcentaje que crecerá hasta el 50% en noviembre y que alcanzará el 100% en enero.
Trasladadas estas limitaciones a un graderío, significaría, en la primera fase, dejar dos asientos libres entre aficionados y no se podrían ocupar los asientos posteriores a los utilizados.
En La Romareda quedarían habilitados 11.200 asientos en septiembre; 16.800 en la segunda…