La percepción de riesgos por parte de las empresas aragonesas para el primer semestre de 2024 ha experimentado un aumento general en comparación con el semestre anterior. Estos hallazgos se desprenden de la novena edición de la Encuesta de Competitividad, elaborada por CEOE Aragón, su Consejo Empresarial e Ibercaja. La encuesta indaga sobre cómo las empresas prevén el comportamiento de diversos indicadores y áreas con impacto económico directo en los próximos meses.
En esta edición, las dificultades en la contratación de fuerza laboral y el aumento de los costes laborales persisten como los principales riesgos para las empresas. No obstante, destaca el aumento en la percepción de riesgos relacionados con los incrementos impositivos, así como el encarecimiento de precios en productos energéticos y materias primas.
Se observa un significativo descenso en la preocupación por riesgos asociados a la inflación y las subidas de los tipos de interés, que fueron destacados en el semestre anterior. También disminuye la inquietud por la caída de la demanda, mientras que los problemas de negociación colectiva se mantienen como el factor de riesgo menos preocupante.
En cuanto a las prioridades de política económica, la necesidad de mejorar la eficiencia del gasto público se sitúa en primer lugar. Las medidas relacionadas con el mercado laboral, como abordar problemas de absentismo y carencias de mano de obra, se destacan como acciones prioritarias en consonancia con la percepción de riesgos. Otras prioridades incluyen la reducción de impuestos y cotizaciones sociales, así como el fortalecimiento de la seguridad jurídica para fomentar la inversión y el desarrollo económico. También se demandan medidas para impulsar la digitalización, combatir la inflación y aumentar el apoyo a la I+D+i.
Se registra un deterioro en la mayoría de los indicadores tanto para Aragón como para España, siendo los índices aragoneses consistentemente mejores que los nacionales. En Aragón, solo dos indicadores muestran mejora: la percepción de las infraestructuras y la innovación y nuevas tecnologías. El indicador del mercado laboral y el capital humano permanece como el más desfavorable y rezagado en comparación con los demás.
A nivel nacional, todos los indicadores experimentan un empeoramiento, siendo notable la fuerte disminución en la percepción de la calidad institucional en España, que registra la mayor caída y se posiciona como el indicador más negativo en el país. En Aragón, a pesar de una disminución, este indicador se ubica como el segundo más valorado.
Finalmente, el índice sintético de competitividad ha disminuido, manteniéndose en zona positiva para Aragón pero pasando a negativa para España. El diferencial en el índice de percepción entre ambos territorios se ha ampliado claramente.