El rector destaca la generosidad y solidaridad de la comunidad universitaria en el día del patrón

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El rector en funciones de la Universidad de Zaragoza, José Antonio Mayoral, ante la imposibilidad de celebrar la festividad en el edificio Paraninfo, ha emitido una carta en la que destaca la generosidad y solidaridad de la comunidad universitaria. Aprovecha la ocasión también para señalar «el esfuerzo inmenso que está haciendo la Universidad de Zaragoza por seguir adelante con las mínimas afecciones» y agradece la dedicación y motivación del personal de administración y servicios, personal docente investigador y estudiantes en estos primeros días de confinamiento y trabajo desde los domicilios.

José Antonio Mayoral desgrana las medidas adoptadas desde que se declaró el estado de alarma por la crisis sanitaria y recuerda que «la Universidad de Zaragoza siempre se ha caracterizado por poner su conocimiento al servicio de las demandas sociales y, en este momento, solo hay una: vencer al COVID-19».

Para concluir, Mayoral declara su «orgullo por ser miembro de esta comunidad universitaria» y afirma que «es una suerte tener en Aragón una universidad pública de esta calidad, de esta dimensión, este compromiso y esta generosidad«.

La carta es esta;

Queridas universitarias, queridos universitarios:

Seguimos adelante en medio de un panorama adverso, de una situación excepcional, de unas semanas durísimas. Hoy deberíamos celebrar la fiesta de la Universidad, una celebración que este año no podrá servir para reunirnos y recibir en Paraninfo a las autoridades autonómicas, locales, civiles y militares; a la comunidad universitaria de la que todos formamos parte. Nos tendremos que conformar con seguir trabajando desde nuestros hogares, ese lugar que ahora se ha convertido en nuestro mejor refugio frente al azote de la pandemia.

La fiesta de la Universidad es siempre momento para hacer balance. Por eso, quiero aprovechar la ocasión para señalar el esfuerzo inmenso que está haciendo la Universidad de Zaragoza por seguir adelante con las mínimas afecciones. Gracias, inmensas, gracias a todos y todas –personal de administración y servicios, personal docente e investigador y estudiantes– por la energía, la motivación y la dedicación que habéis mostrado en estos primeros días de confinamiento y, por tanto, de trabajo desde vuestros domicilios.

El 15 de marzo, asesorado por el comité de gestión del COVID-19 firmé la resolución de suspensión  de todas de las actividades presenciales en la universidad, fijando los servicios esenciales; se preparó igualmente un documento que daba respuesta a las preguntas más frecuentes y se  estableció una coordinación permanente con las Consejerías  de Salud y Ciencia, Universidad y Sociedad del Conocimiento del Gobierno de Aragón, con el Grupo 9 de universidades y con la CRUE.

El comité de gestión COVID-19 estableció también, desde el primer momento, contacto con la SEPIE para resolver las acciones de movilidad y facilitar alojamiento a los y las estudiantes que no han podido regresar a sus países de origen. Una de las primeras actuaciones que llevamos a cabo fue contactar con los y las estudiantes que se encontraban en movilidad nacional e internacional, para asesorarles, facilitarles en su caso el retorno y garantizar su derecho a la evaluación para minimizar los efectos de la crisis.

A estas alturas del año, aun con la crisis sanitaria invadiendo nuestras vidas, hay que pensar en la organización del próximo curso. Por ello, tanto el Consejo de Dirección como distintos órganos universitarios han continuado con su actividad. La semana pasada la Comisión Permanente del Consejo de Gobierno aprobó el calendario académico y el Plan de Ordenación Docente del curso 2020-2021, y el pasado miércoles se  celebró una reunión virtual del Consejo Social. Esos trámites sucedían mientras muchos de vosotros seguíais con las tareas administrativas desde vuestras casas, impartíais docencia no presencial o seguíais clases online. Esas tareas ordinarias, desarrolladas en un escenario inusual, se han ido normalizando. Además, tras los primeros momentos de incertidumbre y acomodo de las conexiones a distancia (VPN, trabajo remoto…), el Servicio de Informática y Comunicaciones de la universidad está realizando un magnífico trabajo para mantener toda la actividad. De hecho, y por poner solo un ejemplo, en docencia no presencial se ha alcanzado una media de 1.500 sesiones de videoconferencia diarias, alguna con más de 300 participantes. La adaptación a esta nueva forma de trabajo está suponiendo un importante esfuerzo, del que todos estamos aprendiendo y que nos resultará muy útil también en el futuro.

La Universidad de Zaragoza siempre se ha caracterizado por poner su conocimiento al servicio de las demandas sociales. En este momento solo hay una: vencer al COVID-19.  Por eso, se mantiene el acceso a los laboratorios que colaboran en la detección, erradicación y preparación de equipos para luchar contra el virus. En esas dependencias cooperan nuestros investigadores e investigadoras, tanto senior como en formación, y el personal técnico con personal de instituciones públicas y empresas privadas.

Pero hay más. Hay cesiones de material y equipos para proteger al personal sanitario; hay una cesión del pabellón Rio Isuela al Ayuntamiento de Huesca para el traslado de los servicios del albergue de transeúntes y se ha puesto a disposición de los trabajadores del Hospital Clínico Universitario y del CIBA el parking del campus San Francisco.

Como he dicho, es encomiable la actuación de PAS y PDI, pero la generosidad del estudiantado me emociona, es impresionante su capacidad para organizar redes de cooperación. El estudiantado de salud humana y veterinaria, sobre todo, pero no solo de Medicina y Enfermería, han creado listas de voluntariado, como han hecho otras titulaciones; por ejemplo, el estudiantado de Ingeniería se está volcando para fabricar equipos y el de Educación se ofrece para ayudar en el cuidado de menores del personal sanitario. Os merecéis un aplauso emocionado, el que yo os brindo desde estas líneas.

La expansión del virus está sacando ese lado solidario, la mejor versión de nosotros mismos, pero eso no debe hacernos olvidar las otras caras de esta emergencia sanitaria. Me estoy refiriendo a las consecuencias económicas, que serán enormes. En estos momentos es difícil calcular la incidencia en el empleo, pero lo que sí sabemos ya es que numerosas familias verán mermados sus ingresos este mes. La Universidad de Zaragoza adoptará medidas, dentro de nuestras disponibilidades presupuestarias, para atender situaciones económicas sobrevenidas en las familias de nuestro estudiantado, mediante la concesión de becas o ayudas por estas circunstancias.

Se han abordado, igualmente, los problemas de las contratas, dentro de las posibilidades de la Ley de Contratos del Sector Público. La decisión adoptada ha sido la de continuar con la totalidad de pagos de las contratas de limpieza y seguridad, protegiendo así a los trabajadores y a las trabajadoras de un posible ERTE, pero variando su actividad presencial.

La coordinación es fundamental, porque #EsteVirusLoParamosJuntos. Por eso, desde el primer día hemos desarrollado una acción coordinada con el Gobierno de Aragón para ponernos a su disposición y, sobre todo, para luchar contra la desinformación y evitar la confusión. Por favor, seguid los canales oficiales de información.

Para finalizar quiero agradecer al profesor Luis Alberto Moreno, su disposición para participar en la celebración de esta festividad. La magnífica lección que había preparado para esta ocasión la escucharemos en otra fecha y, le aseguro, Dr. Moreno, que lo haremos con el mismo interés y despertará en nosotros la misma emoción. Entre tanto, pueden ustedes leerla en nuestra web, donde la hemos publicado.

Hoy quiero transmitir un mensaje de esperanza a toda la comunidad universitaria y un mensaje de orgullo por la respuesta a esta situación excepcional. Frente a un problema de salud de este alcance, como dice la canción de Metallica, «Nothing Else Matters». O sí, porque me importa nuestra Universidad, me importa el ejemplo que la comunidad universitaria está dando a la sociedad, de entrega y de solidaridad.

Es un orgullo ser miembro de esta comunidad universitaria y es una suerte tener en Aragón una Universidad Pública de esta calidad, de esta dimensión, este compromiso y esta generosidad.

Muchas gracias a todas y a todos.

José Antonio Mayoral

Rector en funciones de la Universidad de Zaragoza