El rector de la Universidad de Zaragoza, José Antonio Mayoral: la consejera de Ciencia, Universidad y Sociedad del Conocimiento, Maru Díaz; y el vicerrector de Planificación, Sostenibilidad e Infraestructura, Ángel Pueyo; han encabezado hoy una visita de obras a la nueva Facultad de Filosofía y Letras. Los trabajos que se están llevando a cabo cumplen criterios de sostenibilidad, accesibilidad, confort, bienestar e innovación. A su vez, se mantienen los principios que inspiraron la creación de la Ciudad Universitaria de Aragón en los años treinta del pasado siglo y la necesidad de devolver su esplendor a antiguos elementos como el mural de cerámica por donde se entraba al edificio noble.
Los dos edificios interconectados albergarán los estudios de Filosofía y Letras. En esos espacios se desarrollarán 10 titulaciones de grado, 11 másteres y 2 estudios propios, estudiarán 2.500 alumnos de grado y 150 alumnos de máster, impartirán docencia e investigarán más de 460 profesores, investigadores y becarios y más de 60 personas de administración y servicios.
El proyecto constructivo tiene muy presentes dos aspectos. El primero es representar la esencia universitaria y el segundo es que el propio edificio sirva de banco de pruebas, de laboratorio de investigación en la edificación. En este segundo aspecto, el proyecto presenta unas instalaciones de aprovechamiento geotérmico para atemperar la entrada del aire para una ventilación eficaz en el actual y nuevo contexto sanitario. En concreto consiste en hacer pasar un caudal de aire del exterior a través de unos tubos enterrados en los que el aire de entrada intercambia calor con el terreno antes de introducirlo en el edificio. A partir de dos metros de profundidad la temperatura del terreno empieza a ser muy estable a lo largo del año. Se trata de atemperar el aire de entrada enfriándose en verano y calentándose en invierno de forma natural.Para conseguir una calificación energética de edificio de energía casi nula (EECN) en el edificio departamental, se ha cuidado la envolvente del edificio gracias al espesor y calidad del aislamiento. Los atrios centrales que dan vida al edificio están coronados por cubiertas con acristalamiento removible en función de las características climatológicas refrescando o calentando el ambiente según las necesidades. Una doble piel acristalada rodea el edificio y permitirá la conducción de un flujo de aire que atempere la fachada interior.
En el edificio de Borobio y Beltrán, las carpinterías exteriores y un vidrio de extraordinarias prestaciones proporcionan unos destacados valores de transmisión térmica. La producción de frío y calor se realiza con un sistema muy eficiente y la instalación de paneles fotovoltaicos permitirán generar 60.000 kWh de energía limpia y ahorros superiores a los 10.000€ anuales en la factura eléctrica. La intervención en los edificios, además de ser sostenible, busca que los usuarios se sientan confortablemente en ellos. Persigue una buena usabilidad, ser un edificio amable, y para conseguirlo hay un tratamiento especial de ciertos espacios que se destinan a la relación interpersonal y que cuentan con presencia de vegetación.Acreditación BREEAMUna agencia externa y universalmente reconocida analizará los edificios para decidir si cumplen con la calificación de Muy Bueno de la acreditación de BREEAM europea, que junto a americana LIED es la más conocida en el mundo y se obtiene tras puntuar la gestión, la salud y bienestar, la energía, el transporte y movilidad, el agua, los materiales, residuos, el uso del suelo y ecología, la contaminación e innovación de la intervención. El número de edificios públicos acreditados en la actualidad es todavía muy escaso. Al término de la visita de obras, el rector de la Universidad de Zaragoza, José Antonio Mayoral, ha afirmado que «esta intervención debe interpretarse dentro de los compromisos adquiridos por la Universidad de Zaragoza con los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Es un edificio saludable, lo que se enmarca con el objetivo 3 de promover el bienestar en todas las edades; recoge la esencia universitaria y, por tanto, tal y como dice el objetivo 4 garantiza una educación inclusiva, equitativa y de calidad, y es una intervención altamente sostenible, así que se alinea con el objetivo 7 encaminado a garantizar el acceso a una energía asequible, segura y moderna». Además, el rector ha recordado que los trabajos está previsto que concluyan en el verano de 2022 y que, a continuación, se procederá al equipamiento «para que se pueda recuperar la actividad en estas instalaciones en el curso académico 2022-2023″. Por su parte, la consejera de Ciencia, Universidad y Sociedad del Conocimiento, Maru Díaz, ha destacado que el Gobierno de Aragón “está cumpliendo una reivindicación histórica” con la reforma de la facultad de Filosofía y Letras, cuya inversión supera los 24,3 millones, en el marco del “firme compromiso con la Universidad y la educación superior pública en la Comunidad”.
Sobre la reforma, Díaz ha destacado la sostenibilidad ambiental del edificio, con el que la administración “está dando ejemplo”, y la dignificación de condiciones que supone para sus 2.500 alumnos y medio millar de docentes al estrenar un inmueble “señero y referente”, que “dará cobertura a todas las necesidades de su comunidad educativa”. La consejera, exalumna de la Facultad, ha querido agradecer a alumnos y profesores su comprensión y colaboración en el tiempo que se están prolongando los trabajos.