IU Aragón cree que la licitación de los comedores escolares para el curso 2022-23 no estará a punto en el inicio del próximo curso escolar en septiembre, manteniéndose «la provisionalidad, la precariedad, la imprevisión y la provisionalidad» de este servicio educativo. IU denuncia que se debe al retraso del Departamento de Educación del Gobierno de Aragón para aumentar el gasto de contratación de comedores para los cursos escolares 2022-2023 y 2023-2024 ya que, dicen, «no comenzaron los trámites hasta finales de abril».
«El 1 de septiembre se reanudará la actividad escolar con los contratos provisionales, prorrogados y temporales, lo que hará muy difícil que se pueda proceder a la nueva contratación antes del 1 de enero de 2023», asegura el Coordinador General y diputado en las Cortes de IU Aragón, Álvaro Sanz. «Esto provocará precariedad, inseguridad y, en mitad del curso, posibles cambios de empresas», añade.
Actualmente en las Cortes se está tramitando la nueva ley de contratos de Aragón que, para IU, se trata de una oportunidad para posibilitar «cambios de modelo de gestión más eficaces y que permitieran la participación de los centros». La formación critica, sin embargo, que el consejero de Educación, Felipe Faci, lleve meses «hablando de un nuevo modelo de gestión de comedores escolares, pero no haya respondido a nuestras preguntas de cuándo o cómo se prevé desarrollarlo».
La calidad de los comedores, en entredicho
Muchas AMPAs, familias y la Plataforma por unos Comedores Escolares Públicos de Calidad han presentado una queja ante el Justicia de Aragón porque consideran que los menús son de baja calidad, que la alimentación del alumnado no se está controlando suficientemente y que el Departamento de Educación no le está concediendo suficiente importancia a este hecho.
Ante esto, el Departamento de Educación explica que los controles nutricionales se realizan desde Sanidad y que existe un Programa Autonómico de Control de la Cadena alimentaria, implantado en curso 2013-14. El último informe de evaluación de comedores es del curso 2018-19, no hay datos del 2019-20 ni 2020-21 debido a la pandemia, y se está elaborando ahora el de 2021-22.
El diputado de IU lamenta «la poca transparencia del Departamento de Educación que responde con muchas generalidades y sin concreciones y posee poca efectividad en el control de la alimentación de los escolares y demasiados asuntos pendientes sin resolver».
Sanz subraya que el modelo de comedores debe ser el del modelo público, «con todos los servicios internalizados, con cocinas in situ en todos los centros, con todo el personal a cargo de la DGA, con alimentos de cercanía y de temporada que incluya alimentos ecológicos». Mientras llega este modelo, dice Sanz, Educación «debe cumplir la normativa del modelo actual, tramitar con tiempo las licitaciones, cumplir los contratos, controlar lo que come el alumnado, preocuparse de la gestión y evaluar si las empresas cumplen o no».
Desde IU señalan que, hasta la llegada de ese modelo público, el modelo marco de contratación actual debería permitir a los centros escolares elegir la empresa e incluso cambiarla si no cumple con los criterios de calidad, tal y como defiende la plataforma de comedores escolares.