El pasado mes de marzo la eurodiputada aragonesa Isabel García Muñoz trasladó al Ejecutivo comunitario su preocupación ante el cierre nocturno del paso fronterizo de Bielsa-Aragnouet. Una medida que Francia aplica desde enero de 2021, alegando razones de seguridad, y que despierta gran malestar a ambos lados de la frontera por su impacto socioeconómico y su falta de justificación.
Ante la petición de la eurodiputada, la comisaria para Asuntos de Interior de la Comisión Europea, Ylva Johansson, se ha pronunciado al respecto afirmando que este tipo de cierres “deben aplicarse únicamente como medida de último recurso” y siempre que los viajeros tengan “otras posibilidades” de paso.
Las alternativas de paso ante este cierre se sitúan a más de dos horas de trayecto a través de carreteras de montaña. “Este paso es fundamental para el transporte de mercancías y de personas, por ello su apertura debe realizarse antes de que comience la temporada turística de verano”, afirma García, miembro de la Comisión de Transporte y Turismo en la Eurocámara.
García preguntó al ejecutivo europeo si considera que se dan las circunstancias extraordinarias que Francia alega para efectuar este cierre con el objetivo de controlar la inmigración y el terrorismo de 22:00 a 6:00 horas. Precisamente esta es una de las principales críticas de la población local afectada que no ve justificación alguna a la decisión adoptada por Francia de forma unilateral.
En su respuesta, la Comisión reconoce que existe preocupación ante “la persistente reintroducción de controles en determinadas fronteras interiores” dentro de este espacio. Por este motivo, Johansson ha comunicado a la eurodiputada que este tema se abordará junto a todos los Estados miembros en el Foro de Schengen.