Después de lograr un importantísimo triunfo a domicilio, el Real Zaragoza regresa al estadio de La Romareda para seguir confirmando su solidez defensiva mostrada desde la llegada de Juan Ignacio Martínez y hacer del feudo blanquillo un fortín del que se escapen los menos puntos posibles en esta recta final de LaLiga SmartBank.
La energía de La Romareda todavía se siente aún sin su mayor valor, la afición zaragocista, y el aura distinta que respiran los futbolistas cuando pisan el verde del municipal será un factor clave para conseguir el objetivo del vestuario del cuadro aragonés. De los últimos ocho partidos en el estadio de La Romareda, los blanquillos se han hecho con la victoria en seis de ellos, empatando en una ocasión y perdiendo solo un choque.
Además, todos los triunfos locales han llegado dejando la portería a cero, una prueba de la contundencia y la concentración del equipo cuando juega en Zaragoza. Una robustez que también se ha visto reflejada en los dos últimos choques fuera de casa, recibiendo tan solo un tanto -el de penalti anotado por Andy- en las dos salidas a Logroño y a Fuenlabrada. Es decir, tan solo un gol encajado en los últimos cuatro enfrentamientos ligueros.
Y es que el Real Zaragoza ha sumado 26 de sus 38 puntos en el estadio de La Romareda, donde ha ganado siete duelos, ha empatado cinco y ha perdido cuatro. Con esta tendencia y sensación de fortaleza, el equipo afrontará contra el Almería un duelo muy exigente, pero siendo consciente de sus posibilidades y de que en casa vienen ofreciendo un notable rendimiento que esperan prolongar frente al cuadro andaluz.