Julio Calvo Iglesias. Portavoz del grupo municipal de VOX en el Ayuntamiento de Zaragoza
Pese a los muchos encantos que acumula, un aspecto del que Zaragoza no puede presumir entre el conjunto de las principales ciudades españolas es el lamentable estado de grandes zonas de la ciudad, ubicadas precisamente en pleno centro urbano, a escasos metros en algunos casos de la plaza del Pilar, que es nuestro principal foco turístico.
Ejemplos que se han citado reiteradamente son el del edificio ubicado en la plaza de España, enfrente del Banco de España, que acumula años de abandono en uno de los espacios más concurridos de nuestra ciudad sin que desde el área de Urbanismo se haya tomado ninguna determinación conocida; la fachada apuntalada al lado de la Iglesia de San Felipe, por un supuesto y más que discutibe “interés ambiental”, absolutamente arbitrario; el palacio Fuenclara, situado justo enfrente de esa fachada; el hueco del teatro Fleta en la Avda. César Augusto, una cicatriz urbana que lleva en esa situación más de veinticinco años; la casa cuartel de la Policía Nacional en la calle General Mayandía, cuyo estado es una auténtica vergüenza; el edificio de la antigua Escuela de Bellas Artes en la plaza de los Sitios, abandonado y en progresivo deterioro; todo el entorno del Tubo, necesitado de una intensa limpieza y restauración; edificios tapiados en la calle Jussepe Martínez, a escasos metros de la emblemática calle Alfonso; la Casa Jiménez, donde se ubican determinados servicios municipales, que presenta un aspecto sucio y abandonado; el puente de Hierro, que quizás sólo necesitaría una mano de pintura, pero que no le llega; o, en general el conjunto del Casco Histórico que engloba las zonas de Zamoray-Pignatelli, la parte posterior de la Iglesia de Santiago y El Gancho, con especial mención a la fachada catalogada de “interés ambiental” en la calle Boggiero, apuntalada, peligrosa, deteriorada y sucia, cuyo derribo vienen solicitando los vecinos desde hace años, o el incomprensible mantenimiento de la tapia existente en el callejón de la Palma, que en la Modificación Aislada 178 del Plan General de Ordenación Urbana se llega a calificar de “benemérita”, con criterios que sólo quien redactó esa Modificación conoce. Por no hablar de las cicatrices y huecos urbanos que se eternizan desde hace décadas sin planes ni destino conocido.
Gozamos, se ha dicho hasta la saciedad, de una privilegiada situación geográfica, como cruce de caminos entre cuatro de las principales ciudades españolas. Pero a pesar de nuestro tamaño no disfrutamos de las infraestructuras de comunicación urbana y metropolitana de las que disfrutan muchas otras ciudades de nuestro país. Hay nueve ciudades españolas con metro suburbano: Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla, Málaga, Bilbao, Granada, Palma de Mallorca y Alicante. Algunas notablemente menores que Zaragoza.
Y las principales ciudades españolas disfrutan de redes de cercanías que articulan sus respectivas áreas metropolitanas. Muchas veces, la relevancia económica de una ciudad no la determina su población sino la de sus áreas periurbanas, que en casi todos los casos están más pobladas que la de Zaragoza. Tienen red de cercanías Madrid (10 líneas y 370 km), en Cataluña suman 19 líneas, Asturias conecta Oviedo, Avilés y Gijón, Bilbao (4 líneas gestionadas por Euskotren y 4 gestionadas por Renfe), Sevilla y Valencia tienen 5 líneas cada una con 254 y 323 km respectivamente, Málaga (2 líneas y 70 km), Cádiz (1 línea con una variante, 61 km), San Sebastián (1 línea, 80 km), hay 4 líneas entre Alicante y Murcia, en Cantabria hay 3 líneas… Zaragoza tiene 1 línea con 16 km de recorrido. Ni siquiera tenemos conexión con frecuencia horaria con Huesca, tan cerca.
Nuestro aeropuerto ocupa el vigésimo octavo puesto entre los aeropuertos españoles por numero de viajeros.
A la vista de esos datos, es evidente que tenemos que cambiar las prioridades, tanto del Ayuntamiento de Zaragoza como del Gobierno de Aragón. Porque no es lo mismo una ciudad grande que una gran ciudad. Hemos de decidir qué queremos ser.
Fdo.: Julio Calvo Iglesias
Portavoz del grupo municipal de VOX en el Ayuntamiento de Zaragoza