El Real Zaragoza se enfrentaba a la SD Amorebieta en la penúltima jornada del 2023 y también el penúltimo partido de una primera vuelta que el conjunto blanquillo afrontaba con la intención de llegar con el máximo de puntos posibles al final de año para poder seguir peleando por el objetivo que se había marcado a principio de temporada: estar arriba en la clasificación. El Real Zaragoza presentaba la misma alineación que la reflejada ante el Leganés y el Espanyol. De nuevo, con línea de tres centrales con Mouriño, Jair y Francés acompañados de Fran Gámez y Valera en los carrileros, Francho, Toni Moya y Marc Aguado en el centro del campo y Mollejo junto a Maikel Mesa en la doble punta.
El partido no podía comenzar peor para el Real Zaragoza. Dani Rebollo cometía penalti ante la pasividad defensiva entre Jair Amador y el guardameta. Sin embargo, el atacante de la SD Amorebieta mandaba fuera directamente el penalti y el 0-0 se mantenía en Lezama a pesar de este pésimo arranque. Apenas unos minutos después, Mollejo veía la tarjeta amarilla por una dura falta sobre Álvaro Núñez, siendo la segunda para el cuadro blanquillo tras la vista por Rebollo.
Eso sí, el fallo de penalti solamente sería un aviso de lo que iba a llegar en el 9′. Una acción a balón parado, despejada por Valera, hacía que el balón cayese a Félix Martí que, a pesar de estar con Maikel Mesa en la marca, controlaba el balón y fusilaba a Rebollo para poner el 1-0. Frente a ello, un tímido disparo de Jair Amador era la respuesta de un Real Zaragoza que apenas inquietaba la meta rival junto a un disparo de Francho que salía mordido.
Ante ello, Julio Velázquez decidía cambiar el sistema en la primera parte y deshacer el esquema de tres centrales. Francés pasaba a la izquierda, ocupando el lateral, y Germán Valera adelantaba su posición para buscar el gol del empate. Tras ello, llegaría una de las más claras para los de Julio Velázquez en los primeros 45 minutos. Fran Gámez ponía el balón al corazón del área y Mollejo remataba de tacón sin éxito.
A falta de cinco minutos para el descanso, el colegiado señalaba penalti sobre Mouriño. En una acción a balón parado, el central uruguayo recibía un codazo de la defensa y el Real Zaragoza tenía la oportunidad para igualar el marcador. Maikel Mesa no desaprovechaba la oportunidad y anotaba desde los once metros para poner el 1-1. Aún así, todavía quedaría un último susto para el Real Zaragoza, con un disparo de Morcillo con la izquierda que se marchaba ligeramente desviado.
Tras el paso por vestuarios, ninguno de los equipos presentaría cambios en sus onces. Ambos buscaban hacerse con el dominio del partido sin éxito y ninguno acumulaba ocasiones de peligro, más allá de un centro lateral que, tras resbalón de Mouriño, no conseguía aprovechar el atacante del Amorebieta y mandaba el balón por encima del larguero. También a balón parado, con un desbarajuste dentro del área que terminaba en un disparo casi en el área pequeña que por suerte salía a las manos de Rebollo.
La más clara de los primeros minutos, aún así, sería para el Real Zaragoza. Un disparo de Moya tras un rechace dentro del área terminaba en un despeje de Félix Martí cuando el balón ya se colaba en la portería. Sorprendemente, el jugador sacaba el balón con la mano y ni el árbitro ni el VAR consideraron la acción sancionable.
El primer cambio en el Real Zaragoza tendría lugar en el 60′. Maikel Mesa era el primer sustituido por Sergi Enrich y, un minuto después, la SD Amorebieta tendría un mano a mano que rechazaba Rebollo con el pecho.
Seguía sumando ocasiones el Amorebieta. Esta vez en el 73′, con un disparo de Morcillo con la zurda que despejaba Rebollo a córner. Frente a ello, Julio Velázquez seguía moviendo el banquillo. Jaume Grau entraba por Marc Aguado y Bermejo por Toni Moya. También completó los cambios Manu Vallejo, que sustituía a un cansado Germán Valera. Sin embargo, los cambios tampoco lograron cambiar demasiado la cara a un Real Zaragoza al que le costaba un mundo generar oportunidades. De esta forma, el conjunto blanquillo sumaba su segundo empate consecutivo, esta vez en Lezama, en un partido con más negros que blancos