El Real Zaragoza vive actualmente sus peores momentos de la temporada en lo que a puntuación se refiere. El conjunto blanquillo solo ha sumado siete puntos de los últimos 30. Es decir, menos de la mitad de los que había logrado en las primeras cinco jornadas, en las que el equipo de Escribá había conseguido un pleno de victorias, con un 15 de 15 en su haber. Lejos queda aquel momento del Real Zaragoza, que, desde entonces, solo ha cosechado siete puntos en las 10 jornadas restantes.
Evidentemente, no toda la responsabilidad está en el entrenador. También en los jugadores. Desde aquellos errores individuales que condenaron al equipo ante el Alcorcón, Sporting de Gijón o SD Eibar hasta planteamientos y sustituciones que no han acabado de funcionar en estas últimas jornadas. Ante el Real Oviedo, se tuvieron infinidad de ocasiones para anotar, pero el marcador de 0-0 siguió prologando la racha de un equipo que ahora mismo se encuentra sumido en una dinámica muy negativa.
En solamente tres días, el Real Zaragoza se mide al Atzeneta en Copa del Rey, en Ontinyent. Este será un mero trámite para una auténtica final que el espera el próximo sábado, desde las 18:30, en La Romareda, en un duelo en el que se medirá a la SD Huesca. La victoria es el único resultado válido si se quiere remontar el vuelo de un Real Zaragoza que ahora mismo ha tocado fondo. La duda está en si Fran Escribá será el míster que se siente en el banquillo frente al conjunto oscense. Todo parece indicar que sí, aunque la cantidad de puntos sumados, no solo en el Real Zaragoza, sino en cualquier equipo, generan una situación insostenible donde ya se sabe que el principal cambio que se hace siempre es el del banquillo ante la imposibilidad de hacer numerosos movimientos en plantilla con la intención de tocar la tecla que haga reaccionar al equipo.