La Diputación de Zaragoza ha terminado el arreglo de la carretera provincial CV-700 entre Paniza y Aladrén, en la comarca Campo de Cariñena, tras una inversión de 1,9 millones de euros. Las obras han permitido mejorar el trazado suprimiendo las curvas y los cambios de rasante con más peligros y ampliando la calzada hasta los siete metros de anchura.
Además, el arreglo del tramo Aladrén-Vistabella y de la carretera que una Vistabella y Cerveruela de Huerva (la CV-668) está incluido en el nuevo plan de actuaciones que acaba de aprobar la DPZ y se ejecutará de 2024 a 2027 con un presupuesto total de otros 2,7 millones de euros.
La CV-700 es el principal acceso a Aladrén y a Vistabella y conecta ambos municipios con la autovía A-23. En esta primera fase la Diputación de Zaragoza ha actuado en el tramo de 5,8 kilómetros comprendido entre el final de la travesía de Paniza y el principio de la travesía de Aladrén.
«Era necesario acondicionar esta carretera porque tenía solo cuatro metros de anchura, un trazado inadecuado que reducía la visibilidad y presentaba varias curvas peligrosas y un firme con deformaciones importantes», destaca el diputado delegado de Recursos Agrarios, Vías e Infraestructuras de la Diputación de Zaragoza, Francisco Compés. «Gracias a las obras ejecutadas hemos mejorado sensiblemente el trazado, hemos ensanchado la calzada hasta los siete metros y hemos renovado todo el asfalto». También se han llevado a cabo diversas mejoras en el drenaje transversal y se ha renovado tanto la señalización vertical como la horizontal.
Las obras han afectado a una línea telefónica que discurre paralela a la carretera y que la cruza esta en varios puntos, lo que ha obligado a reponer varios tramos. Además, por la CV-700 también pasa la Cañada de Ganados de Zaragoza, lo que ha obligado a colocar un marco prefabricado de hormigón para facilitar el cruce de los animales por debajo de la carretera y reducir así el riesgo de accidente.