Aragón es una de las 78 entidades que han pasado a formar parte del Corredor Vasco del Hidrógeno, al que se ha adherido a través de la Fundación Hidrógeno Aragón. 58 de ellas son empresas privadas, ocho instituciones y el resto centros tecnológicos, universitairos y de conocimiento.
El acto de presentación, que se ha celebrado en el Palacio Euskalduna de Bilbao, ha comenzado con la intervención del presidente de Petronor, Emiliano López Atxurra, empresa impulsora de este proyecto. Antes de comenzar su alocución ha dedicado sus primeras palabras al el vicepresidente del Gobierno de Aragón, Arturo Aliaga, que se recupera de una intervención quirúrgica. Atxurra ha destacado la labor de Aliaga como pionero e impulsor de la Fundación Hidrógeno en Aragón, cuando no existía ninguna de estas características en España, así como de otros proyectos que abrieron el camino hacia el trabajo con esta tecnología desde hace más de quince años.
Precisamente, la Fundación Hidrógeno Aragón tiene un papel fundamental en el desarrollo de esta tecnología que ha eclosionado en España y en Europa, donde ya se venía trabajando en este campo hace más tiempo. Los avances son claros, y el sector privado ha respondido planteando propuestas concretas que pueden llevarse a la práctica a corto plazo.
Este año, la comunidad autónoma de Aragón hará más patente su enorme potencial como territorio productor de hidrógeno verde, en gran parte por los esfuerzos que se han hecho, liderados por el Departamento de Industria, Competitividad y Desarrollo Empresarial, para acelerar la tramitación de proyectos de energías renovables e incorporar miles de megavatios limpios al sistema eléctrico.
Otro sector en el que el hidrógeno verde va a tener una importancia capital es el de la automoción, porque vamos a empezar a ver su contribución para descarbonizar la movilidad.
Sin duda otro hito importante que va a ocupar a la Fundación en 2021 es la publicación del Plan Director del Hidrógeno 2021-2025, un documento de gran importancia fruto de un exhaustivo trabajo que ordenará y recogerá el enorme potencial del hidrógeno en campos como su producción renovable, el almacenamiento, el transporte o aplicaciones más concretas como la movilidad sostenible, el transporte pesado, la descarbonización de la industria y del sector de hidrocarburos o la logística.
Ya hay proyectos vinculados a otras infraestructuras que pueden tener una nueva vida ligada a un vector energético limpio como el hidrógeno. Es el caso del ferrocarril internacional de Canfranc, que podría encontrar con esta tecnología el camino hacia una próxima reapertura.
El hidrógeno puede llevar a Aragón a ocupar un lugar capital en esta evolución por sus capacidades industriales y sus empresarios, de modo que este proceso cuaje en forma de proyectos concretos y nuevos puestos de trabajo creados aquí.
La colaboración con comunidades próximas a Aragón y con el sur de Francia será importante, y la tecnología del hidrógeno jugará un papel decisivo para estrechar esas relaciones.
