El 13 de junio de 2017, Lalo Arantegui anunciaba la contratación de un Íñigo Eguaras que venía de descender a Segunda División B con el Mirandés. De aquello hace ya más de 4 años. Entre medio, clases de fútbol magistrales, momentos de intrascendencia, alguna que otra salida de tono y una certeza: Eguaras es el termómetro del Real Zaragoza.
Y es que cuando el navarro está de dulce, todo en el equipo fluye mejor. Por el contrario, su mal rendimiento suele coincidir con una importante inoperancia creativa y malos resultados. Afortunadamente, esta temporada parece que el bueno de Íñigo está más cerca de Dr Jekyll que de Mr Hyde.
Asumiendo con determinación la batuta de la nueva propuesta de JIM, Eguaras ha ido creciendo desde la primera parte ante el Real Valladolid en sintonía con la línea ascendente del equipo. No es casualidad. Este Real Zaragoza no se entiende sin él, y los números lo ratifican.
Además de haber sido el encargado de poner fin a la sequía goleadora con el tanto del empate en Alcorcón, el de Ansoáin se sienta a comer por méritos propios en la mesa de los mejores centrocampistas de la liga en estas primeras 6 jornadas. Con un acierto en el pase cercano al 88%, Íñigo Eguaras es el tercer mejor pasador de Segunda, tan solo por detrás de Aleix García (Girona) y Manu Molina (Ibiza).
«Solo da pases hacia atrás, así yo también puedo jugar», escuchaba a un aficionado en el encuentro ante el Cartagena. Por suerte, no deja de ser una percepción errónea: Eguaras se encuentra en el top 20 de futbolistas que más intervienen en campo contrario, además de ser el sexto jugador con más pases acertados (168) en dicha zona.
La corriente de opinión que etiqueta al navarro como un mal defensor también queda cortada tajantemente con las estadísticas: es el tercer máximo recuperador de la competición (46) y el segundo mejor en cuanto a entradas acertadas se refiere (12). Puede que las transiciones se le atraganten en ocasiones, pero de ahí a ignorar su rendimiento sin balón hay un trecho.
Los datos son francamente buenos, pero si en algo marca las diferencias Íñigo Eguaras, es en el desplazamiento en largo. En esos pases que solo él es capaz de dibujar. Esos envíos ejecutados con escuadra y cartabón que rompen líneas de presión con una facilidad pasmosa. En eso, el navarro es el rey (por mucho) de toda LaLigaSmartBank: 44 aciertos le avalan.
Que dure esta versión de Eguaras. Por su bien -aún puede pisar la élite- y por el del Real Zaragoza, que siempre estará más cerca de la victoria con el navarro en la dirección.