Esta mañana, Acción Social Católica y el Banco de Alimentos han firmado un convenio de colaboración en el Centro Joaquín Roncal, sede de la Fundación CAI-ASC, a través del cual se dona desde la entidad un total de 50.000 euros para que el Banco de Alimentos pueda destinarlos a distintas necesidades higiénicas y alimenticias para niños y niñas de hasta tres años, así como a su distribución. Esta iniciativa forma parte del programa establecido por ASC con motivo de su 120 aniversario.
En esta firma, junto a su correspondiente comparecencia, ha participado José Ramón Auría, presidente de Acción Social Católica, junto a su vicepresidenta, Pilar Labrador, y también José Ignacio Alfaro Ximénez, presidente del Banco de Alimentos.
Desde el momento de su fundación en 1903, Acción Social Católica se ha preocupado por resolver situaciones que vulneran la dignidad de las personas. Por ello, para conmemorar su 120 aniversario, “debía comprometerse en un proyecto de urgencia social”, tal y como ha explicado José Ramón Auría. Además, desde ASC ha habido una especial dedicación y preocupación por elegir a la mejor institución posible, con una amplia experiencia y conocimiento de la realidad social a la que está siendo destinada esa cantidad económica.
El propio presidente de ASC, José Ramón Auría, ha explicado el porqué de esta donación y la elección del Banco de Alimentos como receptor de esta cuantía: “ASC tiene varios campos de actuación. Trabajamos en el tercer mundo y también con proyectos sociales aquí en Zaragoza. Dándole vueltas, nos dimos cuenta de que la infancia estaba necesitando de esta ayuda, y nos pusimos en contacto con el Banco de
Alimentos. Vimos que la mejor manera no era que nosotros compráramos y distribuyéramos, sino que hay que ir a los que realmente saben y lo hacen bien y te dan plena seguridad de que va a ser finalista esa donación que haces, y por eso
estamos aquí”.
El presidente del Banco de Alimentos, José Ignacio Alfaro Ximénez, ha agradecido a ASC esta donación que ya está siendo utilizada para ayudar a aquellos que lo necesitan: “Este donativo nos ha permitido comprar leche de continuación, papillas y pañales. Tenemos algunas asociaciones que se dedican única y exclusivamente a niños recién nacidos, y vamos a ayudarles muchísimo”.
Además, también ha recalcado el cambio que supone esta donación finalista para el Banco de Alimentos: “Los alimentos infantiles son bastante caros, los pañales también… Las farmacias nos suelen donar de vez en cuando pañales de mayores, pero de niños rara vez. Hay muchas entidades que cuando vienen a recoger alimentos nos preguntan si tenemos para recién nacidos, y como tampoco teníamos dinero, no podíamos dar. De esta manera, vamos a poder atender esta demanda, e ir mes a mes repartiendo hasta que se termine”, explicaba Alfaro.
Por último, José Ignacio Alfaro Ximénez también ha querido explicar el cambio de modelo al que se ve obligado el Banco de Alimentos por las condiciones actuales, ya que, para la Fundación, es mucho más fácil gestionar una donación económica frente a la propia donación de alimentos: “Nos esforzamos en hacer pedagogía para explicar a la gente que el darte el kilo de garbanzos nos ocasiona muchos más gastos que donar cinco o diez euros en caja, porque se pueden optimizar mejor y sacar mayor rendimiento. Estamos trabajando en eso. Para recoger la comida necesitamos 3.000 voluntarios, la última vez fueron 1.200 y se quedaron tiendas sin cubrir porque los voluntarios no quieren pedir dinero, así que hacemos charlas llamando a voluntarios que han participado en otras ocasiones para explicarles que el dinero está en la tienda. Es un cambio de manera de actuación, pero es el que se impone”.