El Ayuntamiento y el Arzobispado de Zaragoza firman un convenio para difundir el patrimonio de la iglesia de San Gil Abad

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El Ayuntamiento de Zaragoza y el Arzobispado han firmado un acuerdo para difundir el patrimonio de la iglesia parroquial de San Gil Abad, dentro del programa World Heritage Education de la UNESCO. La consejera de Cultura, Educación y Turismo, Sara Fernández, y el vicario general de la archidiócesis, Rubén Ruiz, suscribieron el convenio, que incluye varias acciones para documentar y promover la iglesia ubicada en la calle Don Jaime.

El Ayuntamiento se encargará de realizar una documentación exhaustiva de la iglesia utilizando tecnologías avanzadas como fotografía 360º en resolución 4K, videos de alta resolución y grabaciones con drones de las áreas más inaccesibles. Además, se escaneará el edificio en 3D y se empleará fotogrametría con dron para crear un gemelo digital. Toda esta información se utilizará para elaborar una visita virtual que permitirá a los usuarios contemplar los bienes artísticos y literarios de la iglesia. Este recorrido virtual se complementará con videos cortos y música de fondo.

El Arzobispado de Zaragoza, por su parte, cederá espacios para actividades culturales, como conferencias sobre arquitectura mudéjar y conciertos de órgano con música de los siglos XV y XVI.

En 2022, el Área de Cultura del Ayuntamiento de Zaragoza, dirigida por Sara Fernández, comenzó a participar en la campaña World Heritage Volunteers, aprovechando el 20 aniversario de la declaración del mudéjar aragonés como Patrimonio Mundial. Esta participación continuó en 2023 con un proyecto centrado en la iglesia parroquial de San Pablo Apóstol. Para 2024, se prevé continuar con el proyecto de Realidad Virtual aplicada a la arquitectura mudéjar, enfocándose esta vez en la iglesia de San Gil Abad, uno de los siete bienes de este arte declarados Patrimonio Mundial en Zaragoza.

La iglesia de San Gil Abad, incluida en la declaración de la Arquitectura Mudéjar de Aragón como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2001, es un ejemplo temprano de las iglesias-fortaleza y ha servido de modelo para otras iglesias en la región. El interior del templo alberga obras de gran interés, destacando el retablo mayor.