“Nunca nos hemos negado a hablar con nadie, Pero no vamos a participar en ‘mesas trampa’. Otra cosa es que se den las condiciones necesarias después de haber escuchado a todas las partes implicadas y eso signifique participar o no. Pero sin escuchar al conjunto de las organizaciones agrarias no vamos a tomar posición porque es una auténtica irresponsabilidad hacerlo de ese modo”, afirmó esta mañana Luis María Beamonte tras la reunión que mantuvo con Asaja Huesca, punto de inicio de una ronda de conversaciones que le llevara durante los próximos días a encuentros con organizaciones profesionales del sector y regantes.
El líder del PP aragonés, tal y como hizo el pasado domingo en Barbastro, reiteró su prevención ante el anuncio revisionista de las obras del Pacto del Agua formulado por el jefe del Ejecutivo autonómico, cuando señaló que “aquí se ha hablado de convocar una Mesa. Para qué, con qué objetivos, cuál es el planteamiento. Es lo normal, es lo serio y creo que no podemos llegar a una Mesa a ver que se nos dice. Habrá que hablar antes”, al tiempo que recordó que las dos modificaciones previas sobre el acuerdo parlamentario en torno al agua a través de mesas de negociación “han tenido como finalidad rebajar o suprimir obras. Y cuando no se dice para qué no se puede esperar lo mejor”.
La clave reside, insistió Luis María Beamonte, en conocer los puntos de vista de los usuarios del Pacto del Agua, “nosotros vamos a estar al lado de los regantes, que nadie tenga ninguna duda, por eso queremos escucharles antes. Queremos estar al lado de las organizaciones agrarias, por eso queremos escucharlas antes. Y no vamos a tomar ninguna decisión sin antes escucharles a ellos”, a lo que añadió que “nuestra línea de actuación no va a diferir mucho de lo que siempre hemos dicho, que es que el agua hay que embalsarla” como garantía de futuro para las miles de familias cuyo principal medio de vida depende de la agricultura y la ganadería.
El líder del PP contrapuso la defensa del interés general de Aragón con el revisionismo evidenciado por el Ejecutivo presidido por Javier Lambán impulsado “por los vicios radicales e ideológicos de algunos socios de gobierno del PSOE, que es la auténtica realidad de la convocatoria de esta Mesa, como forma parte del acuerdo que en su día firmaron el partido Socialista y Podemos”.