El Barbastro cae frente al FC Barcelona en octavos de Copa del Rey (0-4)

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El estadio Municipal de Barbastro fue testigo de una noche mágica en los octavos de final de la Copa del Rey. Desde las primeras horas de la tarde, los seguidores rojiblancos se congregaron para recibir a su equipo, con cánticos y banderas que teñían de rojo y blanco las calles que llevaban al estadio. La ilusión se palpaba en el ambiente, y el momento cumbre llegó cuando una pancarta gigante desplegada en las gradas dejó sin aliento a todos: «Barbastro abraza su sueño», acompañada de un emotivo dibujo que mostraba un abrazo a la ansiada copa.

Con el estadio lleno hasta la bandera, el Barbastro se enfrentó al gigante FC Barcelona en un duelo que, aunque desigual en el marcador, quedará grabado para siempre en el corazón de la afición. El encuentro comenzó con el ímpetu de los locales, alentados por el rugido de su hinchada. A los 20 minutos, el guardameta Arnau protagonizó una espectacular parada a un remate a bocajarro de Araujo, despertando una ovación que resonó en todo el campo. Sin embargo, poco después, Eric García adelantó al Barcelona, poniendo el 0-1 en el marcador.

El equipo de Hansi Flick tomó el control, y Lewandowski amplió la ventaja en el minuto 30 con un remate que dejó sin opciones a Arnau. A pesar de ir al descanso con un 0-2 en contra, el Barbastro no bajó los brazos, volviendo al césped con la misma entrega. No obstante, el poderío ofensivo del Barcelona se hizo evidente nuevamente en el minuto 47, cuando Lewandowski firmó su doblete, llevando el marcador a 0-3.

El momento más preocupante llegó en el minuto 52, cuando un choque de cabezas entre Jaime Ara e Íñigo Martínez detuvo el partido. Jaime tuvo que ser retirado en camilla, dejando su lugar a Marc Prat. Este infortunio no apagó el espíritu del equipo, pero Pablo Torre, en el minuto 55, puso el definitivo 0-4 para los blaugranas.

El Barbastro, fiel a su carácter combativo, realizó varios cambios para buscar alternativas. Gastón, quien ingresó en el segundo tiempo, estuvo cerca de anotar en el minuto 86, pero su remate no encontró portería, dejando al estadio al borde del grito de gol.

Cuando el árbitro pitó el final, el marcador reflejaba un contundente 0-4, pero el verdadero triunfo fue para el Barbastro y su afición. El sueño de la Copa del Rey llegó a su fin, pero la experiencia vivida en el Municipal de Barbastro será recordada durante generaciones, especialmente lo recordarán Isra y su ahora mujer, a quien al finalizar el partido le pidió matrimonio en el verde.