El Índice de Precios de Consumo (IPC) subió en Aragón un 1,1% en marzo respecto a febrero, una décima superior a la media española (1%), situándose la tasa interanual en el 1,6%, 1,7 puntos por encima de la de febrero (-0,1%) y tres décimas por encima de la media española donde la inflación anual alcanzó el 1,3%. Este dato hace que Aragón sea la cuarta comunidad autónoma con la mayor inflación interanual.
El fuerte aumento del IPC supone un punto de inflexión respecto a las caídas de precios en 2020, a las que siguieron un pequeño aumento en enero de 2021 (del 0,5% debido a la borrasca Filomena) y la estabilidad en febrero (tasa del -0,1% en Aragón y del 0% en el Estado). Con este repunte, con el que el IPC anual encadena su tercera tasa positiva consecutiva, la inflación escala a niveles desconocidos desde hace casi dos años. De hecho, no se alcanzaba una tasa de IPC tan elevada desde abril de 2019, cuando se situó en el 1,6%. Así mismo, la tasa interanual de la inflación no registraba una subida mensual tan significativa (de 1,1 puntos) desde finales de 2016, cuando pasó del 1,6% en diciembre de ese año al 3% en enero de 2017.
Al fuerte incremento de los precios en marzo ha contribuido, principalmente, el encarecimiento de la electricidad y de los carburantes, en contraste con la bajada de precios que experimentaron en marzo de 2020. De acuerdo a la información ofrecida por el Sistema de Información del Operador del Sistema Eléctrico, el precio del megavatio ascendió a unos 45 euros por hora, lo que significa un incremento del 60% respecto a febrero y un 64% más que hace un año, afectando a millones de hogares que verán incrementado el recibo de la luz en los meses de marzo y febrero.
Por grupos los mayores incrementos se dan en Vestido y calzado, con una variación del 3,5%, que recoge el comportamiento de los precios al comienzo de la temporada de primavera-verano, Vivienda cuya tasa del 3,6% es debida a la subida del precio de la electricidad y, en menor media, del gasóleo para calefacción y Transporte, que presenta una tasa del 2% causada por el incremento de los precios de los carburantes y lubricantes para el transporte personal. Solo Comunicaciones y Ocio y Cultura registran descensos de los precios mensuales con un -0,2% y -0,1% respectivamente. Los incrementos anuales más significativos vienen de la mano de Vivienda y Transporte con un 4,6% y un 3,3% como consecuencia de las subidas de los precios de los carburantes y de la electricidad.
La inflación subyacente, es decir la estructural, que no tiene en cuenta ni los alimentos no elaborados ni el precio de los carburantes, sube un 0,5% en marzo situándola en el 0,4% anual, tres décimas por encima de la media española (0,1%) y 1,2 puntos por debajo del IPC general, lo que refleja de forma muy clara el fuerte impacto que tienen en el IPC los precios energéticos.
Valoración
Para CCOO de Aragón, este incremento de los precios no resulta alarmante, ya que se mantiene por debajo del umbral máximo que recomienda el BCE del 2%. Lo que si nos preocupa es el aumento de los precios de los productos energéticos que supone un gasto muy elevado para los hogares con rentas escasas, lo que produce un impacto negativo en términos distributivos y de desigualdad. Por ello, CCOO considera imprescindible acometer una reforma del sistema energético que evite subidas tan pronunciadas y permita una reducción de las tarifas para aquellas familias con menos ingresos.
Además de regular los precios de los productos energéticas, desde CCOO de Aragón planteamos seguir recuperando el poder adquisitivo de los trabajadores y mejorar los salarios más bajos. En este sentido, resulta esencial incrementar el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) en 2021 y asegurar que los convenios colectivos garanticen un salario mínimo de al menos 1.000 euros al mes, como se comprometieron las organizaciones sindicales y empresariales en el IV Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC), cuya vigencia finalizó a finales de 2020. De igual forma, los salarios acordados en los convenios colectivos deben reflejar también subidas que protejan el poder adquisitivo de los trabajadores.
En un contexto como el actual, no podemos permitirnos un empobrecimiento de quiénes peor lo están pasando, por lo que no debemos escatimar en esfuerzos a la hora de aplicar aquellas medidas que refuercen la cohesión social como la mejora del Ingreso Mínimo Vital con el fin de llegar a todas las personas que lo necesitan y luchar contra la exclusión social. CCOO seguirá trabajando y presionando para impulsar políticas encaminadas a asegurar ese objetivo.